Siento que las crónicas no sean más seguidas, pero es bueno reposar y releer las notas tomadas. No es una crónica al uso sino también quiero trasmitir mis sentimientos y mis apreciaciones.
Si quisiéramos una crónica plana con coger el orden del día y rellenar un poco los asuntos tratados sería más que suficiente. el día comenzó con un desayuno temprano, sobre las 7:00 de la mañana porque antes de las 8:00 teníamos que salir hacia el Vaticano. Teníamos pases para entrar a la Plaza del Vaticano y asistir a la audiencia general de los miércoles del Santo Padre. urgía salir porque había huelga de autobuses en Roma y no podríamos desplazarnos. Esto hizo que llegáramos con tiempo más que suficiente al destino y pudiéramos elegir casi sitio donde sentarnos. A nuestra llegada ya había bastante gente sentada. Era una mañana un poco desagradable por el frío. Nos llamó la atención que la gente estaba distribuida junto a los exteriores del gran cuadrado que nos había tocado. Al principio nos extrañó. Situarse atrás del todo y no ver al Papa en la Audiencia…
De pronto comprendimos. El Papa se pasea en el «Papamóvil» para saludar a los asistentes y siempre suele pararse cuando hay niños para bendecirlos y le ves de cerca si estás situado en los laterales. Pues allí que nos colocamos los miembros del Consejo mundial que asistimos. Todavía resuenan palabras como «perdón», «misericordia», comunión.
Una vez terminada la Audiencia del Papa teníamos tiempo hasta las 12:30 para visitar algo cercano ya que el Vaticano estaba cerrado todavía. Paseo hasta la Plaza Navonna y vuelta. Todo a la carrera. Regreso a la Pisana, comida, primer «futbolín» y primer «ping pong» (pimpón o tenis de mesa) del Encuentro.
Nos dirigimos a la sala de reuniones todos los Consejeros y comenzamos nuestra reunión. Una reunión no puede empezar si no nos ponemos en presencia del Señor. «Gracias por los rostros, los gestos, las palabras que han dado un sentido a estos días» decñiamos en una de las plegarias.
Toma la palabra Eusebio Muñoz, SDB, delegado del Rector Mayor para la Familia Salesiana dando un saludo muy cariñoso de parte del Rector Mayor que se encontraba de viaje por Vietnam. Habla de la importancia de que el Consejo mundial se reúna todos los años como elemento de comunión entre las Regiones. Los Consejeros somos los responsables de trasmitir este clima de riqueza con todos y cada uno de vosotros. En definitiva lo que no se trasmite, lo que no se conoce, no se puede valorar. Nos anima a reflexionar sobre nuestra visibilidad en la sociedad de hoy. Nos dice que tenemos que ser más visibles y reclalca la palabra «visible». Nos recuerda que la Familia Salesiana no es una Familia Contemplativa sino que participamos directamente de la propia misión de los jóvenes. Somos instrumentos del amor de Dios a los Jóvenes para estar cercanos a ellos.
Tras esta rica y profunda intervención me viene a la cabeza dos reflexiones. ¿Nuestra Región está cercana a los jóvenes, somos visibles? ¿Somos instrumentos del amor de Dios a los Jóvenes. trabajamos por su salvación o por la nuestra?
Manolo Jiménez, director de la Casa Generalicia y próximo superior de la recién creada Visitaduría África Congo Kinshasa y Congo Brazzaville, nos dio la bienvenida y nos recordó que estamos en ina casa de encuentro de la Familia Salesiana, una comunidad abierta donde juntarnos, vernos, tener proyectos comunes.
Nuestra coordinadora tomó la palabra dándonos la bienvenida y expresando la felicidad de volver a encontrarnos tras un año de la anterior reunión. Estas jornadas van a tener la oportunidad de compartir las experiencias de cada Región, nuestras fortalezas y (para mí) nuestras oportunidades de crecimiento. Nos indica que en sus visita de este año siempre han tenido un denominador común: el entusiasmo, la alegría, las ganas de trabajar por la salvación de los jóvenes. Nos recuerda que van a empezar los Congresos y Encuentro regionales durante el 2017 y principio del 2018 que se verán cerrados por el Congreso mundial en el 2018.
Nos anima a que hagamos una lectura en profundidad de la última Exhortación apostólica del Santo Padre en clave salesiana como la que ha realizado Don Ángel en su último Aguinaldo.
Para terminar nos detalla todo el trabajo que vamos a realizar en estos días y nos invita a regresar una vez concluida la cena para tener las buenas noches.
Las buenas noches hoy corren a cargo de nuestra Administradora y nuestro Secretario mundial, Cincia y Filippo con una dinámica donde vamos entrelazándonos con un rollo de papel directamente con otro miembro del Consejo pero que al final descubrimos que todos estamos entrelazados y todos podemos trabajar juntos. Nos podemos ayudar unos a otros en nuestro trabajo, al compartir experiencias, al compartir… VIDA.
Termina la jornada del día 22 y nos retiramos a descansar, a tomar fuerzas para el trabajo del día siguiente. Pero eso será otro día y otra entrada.
Del día destaco palabras como alegría, cercanía, amistad, compromiso, trabajo… Seguro que se me quedan muchas cosas en el tintero pero esto es lo que más resonó en mi corazón y en mis anotaciones.
Hasta pronto.