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Carta de La Madre General, Yvonne Reungoat

13/09/2015

FOR USE AS DESIRED, YEAR END PHOTOS - FILE -In this March 4, 2011 file photo, men from Bangladesh, who used to work in Libya but recently fled the unrest, walk with their belongings alongside a road, as they head to a refugee camp after crossing the Tunisia-Libyan border, in Ras Ajdir, Tunisia. (AP Photo/Emilio Morenatti, File)

Carta de La Madre General, Yvonne Reungoat, a las Inspectoras y las Superioras de las Visitadurías de Europa y a sus Consejos y para el conocimiento a todas las Inspectoras de los otros Continentes.

«Queridas Inspectoras y Hermanas de los Consejos inspectoriales de Europa, llego a vosotras en la fiesta de la Natividad de María para compartir las llamadas del Papa Francisco durante el ángelus de domingo 6 de septiembre u.s. que ciertamente ya han encontrado eco en todas nosotras, en las Iglesias locales donde estamos insertadas, en los grupos de la Familia salesiana, en las personas que comparten nuestra misión educativa. Estamos viviendo un momento histórico inédito que nos implica intensamente por la situación de sufrimiento de muchas personas: niños, jóvenes, adultos, familias que huyen de sus Países de origen a causa de guerras, violencias físicas y psicológicas, y para permanecer fieles a la fe en Cristo. Han dejado todo, con la esperanza de encontrar en otras tierras mejores condiciones de vida y perspectivas de futuro.

Las palabras de Papa Francisco resuenan en nuestros corazones como una fuerte llamada:»Frente a la tragedia de decenas de millares de prófugos que huyen de la muerte por la guerra y por el hambre, y están en camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama, nos pregunta si somos «próximos», de los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. No solamente decir: «¡Ánimo, paciencia!…». La esperanza cristiana es combativa, con la tenacidad de quien va hacia una meta segura. Pues, en proximidad del Jubileo de la Misericordia, dirijo una carta a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y los santuarios de toda Europa a expresar el concreto del Evangelio y acoger una familia de prófugo. Un gesto concreto en preparación al año San de la Misericordia.
Cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospeda una familia, empezando de mi diócesis de Roma.»

Yvonne ReungoatEn bastantes comunidades ya estamos dando respuestas concretas a los grandes desafíos de la migración en el continente europeo. La situación del Mediano Oriente nos toca ahora más de cerca porque en estos países están presentes nuestras comunidades, las comunidades de los Salesianos y varios grupos de la Familia salesiana. Nuestras hermanas y hermanos viven entre la gente sosteniendo la esperanza y arriesgando valientemente la vida para ser una señal del amor de Dios. Sentimos la urgencia de orar con intensidad por la paz en estas naciones y de ser atrevidas y creativas para educar a las jóvenes generaciones a la cultura de la paz.

La Iglesia en el Mediano Oriente suplica los Gobiernos para que se encuentren a nivel internacional las vías para construir la paz y así eliminar la causa principal del gran fenómeno migratorio que vemos ante nuestros ojos. Esta grande huída de los cristianos que son perseguidos pone en riesgo el futuro de las mismas comunidades cristianas en aquellos Países. Al mismo tiempo no podemos cerrar el corazón delante del indecible sufrimiento de familias, niños, mujeres que están buscando un espacio de acogida y una luz de esperanza. La llamada del Papa es para todos nosotras una llamada de Dios que nos llega por la voz y el corazón de nuestro primer Superior (cf Cost. art. 109). Pensemos en la prontitud de amor y generosidad con que don Bosco respondería a esta llamada.

Las modalidades de respuesta pueden ser diferentes, lo importante es estar disponibles y abiertas a la acogida de Jesús que hoy tiene para nosotras el rostro de los migrantes.

No estamos solas: podemos conectarnos con otros grupos de la Familia salesiana y en particular con nuestros hermanos Salesianos, los Exalumnos/a, los Salesianos Cooperadores, los laicos de nuestras comunidades educativas. Se están activando las diócesis, las parroquias, las Congregaciones religiosas, muchas instituciones y organizaciones: entremos también nosotras sin miedo y sin demora en este movimiento de caridad que tiene la expresión de la misericordia. Os invito a encontrar una modalidad de coordinación para actuar en sinergia y ponernos en contacto con personas y autoridades competentes. Todo nos estimula a hacer gestos concretos para acoger una familia de migrantes o menores no acompañados, jóvenes, madres con niños.

¡Los pobres no pueden esperar! Jesús nos alienta: «En verdad yo os digo: todo lo que habéis hecho a un solista de estos mis hermanos más pequeños, lo ha hecho a mí» (Mt 25,40).

Podemos encontrar las dificultades pero «para Dios nada es imposible», ha contestado el ángel a María. Importante es nuestra determinación generosa en dejarnos coger por la compasión hacia los que sufren y necesitan experimentar el amor de Dios que se encarna hoy en la Iglesia, en cada uno de nosotros y cada comunidad.

arton18762Durante el Capítulo general XXIII hemos decidido dirigir una particular atención a los migrantes en todo el mundo. ¡Hoy es el momento favorable! Os invito a comunicarnos, por la Secretaría general, las decisiones que tomaréis al respeto.

Maria Auxiliadora, don Bosco y madre Mazzarello nos ayuden a dar pronto una respuesta concreta a las necesidades de estos nuestros hermanos y a hermanas.

Estoy segura de encontrar en todos vosotros no sólo la comprensión frente a esta emergencia sino un salto evangélico convencido, atrevido, confiado. El Señor nos pregunta si somos hoy el «buen Samaritano» que se inclina sobre quien está en la calle herida y abandonado, en espera de una ayuda para recuperarse.

Os agradezco de corazón también en nombre de las hermanas del Consejo y nos unimos a todos en este momento histórico de particular emergencia humanitaria.

Dios os bendiga, os sostenga, os de la fuerza y la osadía creativa del Espíritu para actuar con generosa rapidez.»

Roma, 8 de septiembre 2015
Sor Yvonne Reungoat
Superiora general del instituto FMA

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Testimonio de los Salesianos en Siria

09/09/2015

medio_orienteEl Inspector Salesiano de Oriente Medio, Abuna Munir El Rai, cuenta en un comunicado la experiencia vivida durante su reciente visita a tres ciudades de Siria en plena guerra. Habla de miedo y destrucción, pero, sobre todo, de esperanza cristiana.

Desde este enlace se puede descargar el comunicado.

Fuente: oficina de comunicación de Salesianos Santiago el Mayor

El P. Munir El Rai inició su visita a Siria a finales de junio en la comunidad salesiana de Kafroun, muy cerca de la frontera con el norte del Líbano. A esta zona, aislada de la guerra, llegan personas procedentes de ciudades más castigadas, como Homs, Damasco o Alepo. Muchos necesitan desahogarse: «La escucha es un signo de cercanía, de apoyo moral y espiritual. Esta experiencia me ha hecho crecer profundamente como salesiano», explica el Inspector en su comunicado.

La comunidad de Kafroun abre sus puertas a todos. Los jóvenes pueden disfrutar de actividades que les ayudan a recuperar la alegría. Tampoco faltan los sacramentos, que alimentan el espíritu de tantas personas afectadas física y moralmente por la guerra pero con un enorme deseo de vivir. Tal como cuenta el P. Munir Rai, la Eucaristía dominical se vive como «un bellísimo momento de recogimiento y comunión».

La siguiente parada en la visita fue Alepo: «Llegamos por la tarde a mi ciudad, donde yo he nacido y crecido, ahora completamente irreconocible». La comunidad salesiana permanece firme en medio de esta difícil situación, como un «oasis de paz». Prueba de ello es que no han parado de surgir vocaciones, como la de Pier Habloyan, un joven del oratorio ordenado sacerdote el 11 de julio.

700 jóvenes procedentes de distintos puntos de la ciudad participaron en los últimos meses en las actividades de verano joven organizadas por la comunidad. Acompañados por los animadores, los muchachos respiraron «un aire de alegría, de esperanza, en un clima familiar», una experiencia que les permitió descargar «el peso del sufrimiento y del miedo al que están expuestos cotidianamente». La comunidad también retomó después de varios años los campamentos en Kafroun, a los que acudieron más de 300 jóvenes.

Damasco, la capital del país, fue el último destino del Inspector de Oriente Medio en su visita a Siria. Allí se encontró con las comunidades de Salesianos y de Hijas de María Auxiliadora. Y también comprobó cómo se atiende a los 900 jóvenes que vienen de distintos puntos de la ciudad en busca de un remanso de tranquilidad.

La situación en la capital siria empeora cada vez más. La falta de suministros empieza a ser frecuente en muchos hogares y fuerza la salida de miles de personas, que llegan como refugiados a Europa y a otros lugares. En medio de este panorama, el P. Munir Rai recordó a los jóvenes las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en su visita a Valdocco con motivo del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco: «Los salesianos me han ayudado a afrontar la vida sin miedo ni obsesiones, a seguir adelante en la alegría y la oración. Educad a los jóvenes a no tener miedo. No olvidéis la característica de un verdadero oratoriano: la alegría. Y con esta alegría, buscad y amad a Jesús para encontrarlo todos los días».

El Inspector de Oriente Medio destaca en su comunicado dos actividades organizadas por la comunidad salesiana de Damasco. Por un lado, el voluntariado para jóvenes, que, en medio de la crudeza de la guerra, acuden a ofrecer su ayuda a los habitantes de los barrios más peligrosos de la ciudad. Por otra parte, la experiencia vocacional ‘Ven y verás’, orientada también a los jóvenes.

El P. Munir Rai finaliza su comunicado con un agradecimiento a los salesianos, a los cooperadores y a los animadores de las comunidades sirias por su labor con los jóvenes y con los más necesitados. También da gracias a Dios por la experiencia vivida y por permitir que se desarrolle la misión salesiana en el país. Y hace un llamamiento a la oración por Siria: «Estas guerras encierran desafortunadamente un gran y complejo juego de intereses, que tienden a prevalecer sobre el bien común y básico del ser humano. Oremos por tanto para que Nuestro Señor Jesucristo nos infunda siempre esperanza y nos conceda finalmente la verdadera paz».

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Carta del Rector Mayor a los Inspectores de Europa por la emergencia de refugiados

09/09/2015

angel“Me dirijo a ustedes Inspectores, para pediros con carácter de urgencia que veáis, quizá con vuestros consejos, qué es lo que puede hacer cada Inspectoría y qué se le puede pedir a cada comunidad y parroquia, para que estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de emigrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a los jóvenes. Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio”.

A continuación la carta enviada por el Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime, a los Inspectores de Europa, por la emergencia de refugiados.

Mis queridos hermanos Inspectores:

Reciban mi cordial y afectuoso saludo desde Argentina, donde hemos tenido una maravillosa celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, con más de siete mil jóvenes durante tres días.

El domingo, mi Vicario, Don Francesco Cereda, me informó en la noche acerca de lo que había dicho el Papa Francisco, en relación a los inmigrantes, y su llamada a la fraternidad, solidaridad y acogida. Hemos dialogado y creo que es momento oportuno para ofrecer, por parte nuestra, aquello que se pueda.

Ciertamente estamos viviendo desde hace tiempo, y en estos días de forma más dramática, la enorme tragedia de los prófugos y de los inmigrantes que a miles huyen de sus países debido a la guerra, las destrucciones, el hambre, las persecuciones y desembarcan en Europa, exponiéndose a graves peligros al atravesar el y por el chantaje deloscontrabandistas.

Vienen conla esperanza de poder encontrar paz y serenidad, de comenzar una nueva vida, deencontrar vivienda y empleo; y muchas veces no encuentran condiciones de acogida, sino incluso de rechazo. De frente a tanta tragedia no podemos permanecer indiferentes a tantasnecesidades.

El Papa Francesco en el Ángelus ha lanzado un fuerte llamado, dirigiéndose a Europa: » Ante la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y el hambre, y están en camino a una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser «cercanos» a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. No es simplemente decir: ‘¡Coraje, paciencia…!’. La esperanza – dijo el Papa – es combativa, con la tenacidad de los que van hacia un destino seguro. Por lo tanto, en la proximidad del Jubileo de la Misericordia, hago un llamado a las parroquias, las comunidades religiosas, los monasterios y los santuarios en toda Europa para expresar lo concreto del Evangelio y acoger a una familia de refugiados. Un gesto concreto en preparación del Año Santo de la Misericordia. Cada parroquia – reiteró el Papa – cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede una familia, comenzando por mi diócesis de Roma. Me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que sus diócesis apoyen este llamado que hago, recordando que Misericordia es el segundo nombre del amor: ‘Todo lo que han hecho por uno de estos mis hermanos más pequeños, lo han hecho por mí’ (Mt 25,40)».

También yo me dirijo a ustedes Inspectores, para pediros con carácter de urgencia que veáis, quizá con vuestros consejos, qué es lo que puede hacer cada Inspectoría y qué se le puede pedir a cada comunidad y parroquia, para que estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de migrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a ls jóvenes. Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio.

Don Bosco, de quien hemos apenas terminado el Bicentenario de su nacimiento, nos enseña lo concreto de las respuestas. Esto nos lo ha recordado el Papa Francisco en la visita a Valdocco del pasado 21 de junio: «Les agradezco por su respuesta concreta a las cosas… El salesiano es concreto, ve el problema, lo piensa y lo toma en sus mano».

En nombre de la caridad y fraternidad evangélica, como llamada del Señor y grito que ha hecho el Papa Francisco, os agradezco que con generosidad movilicen todos los recursos posibles en favor de quienes con urgencia nos necesitan. También les agradeceré que me hagan saber qué es lo que se ha ido determinando en cada Inspectoría, cuando se llegue a realizaciones concretas y rápidas.

Un fraterno abrazo con afecto,

P. Ángel Fernández A.,SDB

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Un misionero de 81 años más famoso que una estrella del rock

08/09/2015

salesianos3El salesiano llegó a Etiopía con 53 años y no puede salir a la calle sin que le aborden. Lleva 28 ayudando a los más pobres a labrarse un futuro y allí quiere acabar sus días.

Fuente: El País

No puede salir el misionero salesiano Alfredo Roca (Pallejà, 1933) a la calle sin que se le acerque alguien. Mujeres, ancianos, niños… Da igual. Así es imposible mantener una conversación sobre las razones por las que decidió trasladarse a la dura y pobre Adigrat (Etiopía) allá en 1987, cuando ya era un sacerdote de 53 años con la carrera hecha, y por qué a sus 81 sigue al pie del cañón. «Uno se encariña mucho con la gente, y ellos conmigo, pero me enfado de tanto en tanto porque te insisten mucho», confiesa el padre. «¡Nethanet! ¡Nethanet!, grito cuando salgo a dar un paseo, pues siempre hay al menos 20 personas esperándome». Explica jocoso el padre que esa palabra significa «libertad» en tigriña, la lengua materna de los nacidos en el Tigray, la región del norte de Etiopía donde este sacerdote salesiano lleva 28 años ayudando a los más pobres a labrarse, no ya un futuro, sino un presente digno.

Se acomoda el padre Roca en un mullido sofá de uno de los salones del seminario Don Bosco de Adigrat, un lugar sereno e íntimo a salvo de interrupciones. El edificio asemeja una fortaleza inexpugnable, todo él de sólida piedra. En él viven una veintena de jóvenes salesianos que están siendo formados en filosofía para ser ordenados sacerdotes luego de aprobar sus estudios. Con ellos vive el cuerpo docente, formado por unos pocos sacerdotes y el misionero, que no se quiere jubilar. Llegó para formar a seminaristas, pero pronto se dio cuenta de que las necesidades eran otras. «Dedicarse a la educación y a la labor social van a la par. Los salesianos no podemos tener un seminario solo para nosotros, tenemos que hacer alguna labor para los demás», explica el padre.

salesiano1Alfredo Roca ya quería ir a las misiones cuando era un novicio de 16 años. «Escuchaba las experiencias de otros sacerdotes que volvían de India o de América Latina y me entusiasmaba, pero nunca me mandaron aunque me ofrecí varias veces». Pese a ello, su carrera eclesiástica fue meteórica: estudios en Londres, Barcelona y Roma. Profesor, encargado de estudios y, finalmente, director de una casa de formación de jóvenes salesianos en Senmanat, cargo que obtuvo a los 31 años. Fue nombrado superior provincial de Cataluña, Huesca, Baleares y Andorra y como tal abrió comunidades salesianas en Costa de Marfil. Estos primeros viajes resucitaron el espíritu misionero de su juventud.

En el año 1982, el panorama cambió. «Expiró mi cargo como Provincial de Barcelona y me mandaron a Terrassa, donde estuve otros tres años como maestro». Su padre había fallecido tiempo antes y su madre murió cuando le trasladaron a esta ciudad barcelonesa. “Entonces me sentí más libre para poder ofrecerme oficialmente para ir a las misiones, porque si llego a decir a mi madre, que tenía 80 años, que me marcho al extranjero…”. No acaba la frase, se intuye que no hubiera sido una buena idea para la tranquilidad de la mujer.

Un 24 de junio de 1986, el superior general de su orden le llamó por teléfono y le inquirió: “¿La oferta era en serio? Porque así la hemos tomado: te vas a Etiopía”. Roca sería el nuevo profesor de filosofía del seminario Don Bosco de Adigrat, por entonces una humilde localidad rural situada en el norte del país. El sacerdote, entusiasmado, envió todos los documentos necesarios para obtener el permiso gubernamental para residir en el país, pero durante los seis meses siguientes no llegó ninguna buena noticia. “Mengistu y compañía decían que no necesitaban profesores de filosofía”, recuerda.

Ser fiel a tu vocación te hace feliz aunque tengas momentos de disgusto
Ante semejantes noticias, su orden pidió ayuda a las hermanas de la Congregación de la Madre Teresa de Calcuta. Cuenta el religioso la jugada con mucha guasa: «Fueron las religiosas al ministerio y reclamaron mi presencia como sacerdote para darles las misas y hacer ejercicios espirituales y cosas así. El ministro les dijo: ‘¿Y por qué no os arregláis entre vosotras?’ A lo que ellas respondieron: “No es nuestra culpa si Jesús no hizo sacerdotes a las mujeres”. Y funcionó.

salesianos2El 24 de enero de 1987 aterrizaba Alfredo Roca en Etiopía para comenzar una nueva vida. Tenía 53 años y llegaba en plena guerra entre el Gobierno de Mengistu (comunista) y los grupos que luchaban para derrocarlo, como finalmente ocurrió en 1991. En ese momento, Adigrat no dejaba de recibir refugiados. En la ciudad, hoy de 76.000 habitantes y epicentro de una de las regiones donde eclosionaron más grupos secesionistas, la pobreza era extrema: la gente no tenía ni para comer.

En ese contexto, el padre Roca arrancó un programa de apadrinamiento de niños que aún hoy se mantiene y por el que han pasado, al menos, 1.000 chavales en los últimos 25 años. «Como no podíamos tener una escuela, que es muy empeñativa, hicimos un centro juvenil con actividades de tiempo libre, educativas y de ocio. Y también una biblioteca pública», explica. Durante esos primeros años, además, logró fondos para construir una colonia de 40 casas para los más vulnerables que fue bautizada como Colonia España e inició un sistema de ayudas para viudas, enfermos de sida y madres solteras gracias al dinero de libre disposición que le enviaban desde España amigos y conocidos que creían en su labor. Gracias a él, muchas familias no solo educaron a sus hijos , sino que también tuvieron para comer. Con tanta actividad, la fama del religioso en la comunidad subió como la espuma.

«Hay una frase en los evangelios que dice que hay más alegría en dar que en recibir. Yo estoy muy convencido de eso; el poder hacer un poco de bien a esta gente te da mucha más alegría», responde el religioso a una pregunta sobre sus motivaciones para llevar una vida tan comprometida. «La segunda idea que me ayuda bastante a vivir es que la felicidad es fidelidad». Y se explica: «Ser fiel a tu vocación te hace feliz aunque tengas momentos de disgusto. Si te han puesto aquí, haz lo que puedas aquí. Tengo mis pecados, imperfecciones y tentaciones, como todo el mundo, pero trato de ser fiel a mi vocación como sacerdote, como educador, como miembro de una comunidad… Y eso me hace feliz». Cree el misionero que hay que tratar de ser fiel a lo que se promete, aunque cueste. «Por ejemplo, a una cierta edad, estar con los chiquillos —que te cogen por aquí y por allá, te llevan y te traen— es cansado, y me resultaría más cómodo pasar los domingos por la tarde viendo la televisión y poco más… pero ser fiel a lo que has prometido te hace feliz».

La rutina del padre Roca ha estado y está, ciertamente, muy alejada de siestas y domingos sedentarios frente a la pantalla del televisor. Desde los 53 años —cuando llegó al país— hasta los 74, ocupó diversos puestos de responsabilidad. Los primeros 11 transcurrieron en Adigrat, donde se volcó en la docencia y los apadrinamientos. A estos siguieron otros 11 años en Addis Abeba, de ellos seis como provincial de todo el país. Su misión, entre otras, fue la de unir todas las casas salesianas bajo una misma jurisdicción. En esas décadas también creo escuelas técnicas para ofrecer formación profesional a jóvenes, abrió una obra de evangelización en Gambella —al oeste, cerca de Sudán— y fomentó que los jóvenes seminaristas salieran a estudiar a países extranjeros como Kenia. «Cuando llegué a los 76 me sentí con más dificultades para renovar el puesto de provincial, no sabía cómo iría de salud», reconoce sin tapujos. «Como los obispos se retiran a los 75, escribí al superior general y le dije que era demasiada responsabilidad. Él me sugirió volver a Adigrat y para mí fue perfecto».

Un sacerdote de mi edad puede celebrar misa, hacer confesiones y poca cosa más. Si vuelvo a España seré un retirado
Cuando el misionero regresó a Adigrat tenía 76 años con toda la intención de quedarse allí hasta que el cuerpo aguante. «No me he planteado regresar a España, me costaría bastante adaptarme. ¿Qué haría allí? —se pregunta—. «Un sacerdote de mi edad puede celebrar misa, hacer confesiones y poca cosa más. Si vuelvo, seré un retirado. Psicológicamente, te gusta estar cerca de la familia —tiene tres hermanos y va a visitarles cada dos años—, pero ahora me siento mucho más útil aquí. ¡Si ya tengo un sitio en el cementerio!», bromea.

Con esta decisión tomada, el padre pasa sus días pendiente del buen gobierno de los apadrinamientos, de sus programas de ayuda y de un muy conseguido huerto donde ha logrado que broten hortalizas que en Etiopía no se ven a menudo. Más allá de un poco de sordera, su salud está perfecta, lo que convierte su apellido, Roca, en un apelativo que le va como anillo al dedo. Pasa casi todo su tiempo libre con los chiquillos de Adigrat, bien jugando con ellos, bien escuchando sus historias, enseñándoles a cultivar o reprendiéndoles por alguna travesura. Atiende todas las peticiones de las mujeres que le abordan por la calle para pedirle ayuda y, aunque diga que se harta, él nunca pierde la paciencia ni da una mala contestación. Y los domingos, después de la eucaristia, sale de paseo con chicos y adultos. Cuando puede, acude a las actividades de tiempo libre que se organizan en el centro juvenil de Don Bosco. Como el concurso de preguntas y respuestas entre varios institutos de la localidad que organizó el padre Lijo, de la misma congregación. Durante cuatro horas, atendió junto a un par de cientos de niños y adolescentes una muy reñida competición las pasadas navidades. Al finalizar, entregó el trofeo a los campeones y se echó unos bailes sobre el escenario en compañía de los participantes, como uno más.

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“Adelante, siempre adelante, con la mirada puesta en el Señor”

17/08/2015

20150817-juancarlos01Así concluye la Carta escrita por el provincial de nuestra inspectoría, Juan Carlos Pérez Godoy, momentos antes de iniciar la eucaristía del Bicentenario en El Colle y que ofrecemos íntegra.

A TODAS LAS COMUNIDADES Y A LA FAMILIA SALESIANA

Queridos amigos y amigas: ¡FELIZ 16 DE AGOSTO!

Hemos venido preparando la celebración de este día del bicentenario del nacimiento de don Bosco: nuestro “padre, maestro y amigo” como lo llamara san Juan Pablo II. Ha llegado el día, en medio de tantos actos que hemos vivido a lo largo de estos tres últimos años. ¡DEMOS GRACIAS A DIOS POR DON BOSCO!

Comparto con vosotros la alegría de haberlo conocido y doy gracias a Dios por los salesianos que me inculcaron el amor a Don Bosco, hasta el punto de que un día sintiendo la llamada del Señor, “me quedé con él” para siempre; y estoy muy contento. Sé que esta misma alegría es compartida por vosotros. ¡DEMOS GRACIAS A DIOS POR DON BOSCO!

En estos días he tenido la gracia de Dios de participar en Turín en el Congreso de María Auxiliadora y en el SYMDONBOSCO con unos cinco mil jóvenes vibrando con Don Bosco. Dos momentos muy intensos y profundamente espirituales. Ahora me encuentro acompañando a los doscientos salesianos cooperadores de España que celebran el bicentenario, peregrinado a Turín e I Becchi. ¡DEMOS GRACIAS A DIOS POR DON  BOSCO!

20150817-juancarlos02Vamos a celebrar la Eucaristía de clausura del bicentenario, presidida por nuestro Rector Mayor, D. Ángel. Momento especial de acción de gracias, pero, especialmente, MOMENTO IMPORTANTE DE COMPROMISO CON NUESTRA VOCACIÓN y CON EL CARISMA SALESIANO. Las celebraciones del bicentenario nos llaman a seguir, como Don Bosco, trabajando con y para los jóvenes, especialmente los más necesitados y en riesgo de exclusión: en medio de ellos, contando con ellos, caminando con ellos. En ellos se hace presente Dios de manera particular para nosotros. Sigamos construyendo nuestra gran FAMILIA con ellos y para ellos.

Felicidades y como nos decía él: ¡ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE, CON LA MIRADA PUESTA EN EL SEÑOR”

Juan Carlos Pérez Godoy SDB

Inspector SSM

Se puede descargar la Carta desde este enlace

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SYM DON BOSCO 2015: los jóvenes en Castelnuovo Don Bosco y el Colle Don Bosco

15/08/2015

sym1(ANS – Turín) –Hoy día de la Asunción de María al Cielo, cerca de 5.000 jóvenes han llegado a Castelnuovo Don Bosco, el lugar de nacimiento del santo de los jóvenes, para prepararse a celebrar el día de su 200 cumpleaños. Y por la tarde los diversos grupos de todo el mundo harán una peregrinación al Colle Don Bosco, donde pasarán la noche en  vigilia esperando la celebración.

Por Gian Francesco Romano

La llegada a Castelnuovo se ha realizado de manera gradual, a fin de facilitar las operaciones logísticas. Cada grupo se las arreglo por sí mismo para celebrar la Solemnidad de la Asunción. Por otra parte, a diferencia de los otros días en el centro de reuniones del PalaRuffini la mañana de hoy, sábado, 15 de agosto no ha contado con un programa muy estructurado, dejando a cada grupo en la libertad para irse progresivamente adentrando al momento central del Bicentenario de Don Bosco, y visitar los lugares que le han visto crecer antes de llegar a Turín.

Los jóvenes que participan en el SYM DON BOSCO 2015 -, así como muchos otros creyentes  y amigos de la Familia Salesiana – invadieron  la iglesia de la Madonna delle Grazie, donde Don Bosco comenzó su devoción mariana en los años de adolescencia; y también la iglesia en la que conoce a Don Cafasso, el guía espiritual del santo de los jóvenes.

No todos los jóvenes del SYM DON BOSCO, fueron a Castelnuovo. Muchos, incluyendo voluntarios, organizadores, miembros del coro y la orquesta que animan las actividades del evento, han estado trabajando desde temprano en la mañana en el Colle Don Bosco – y dónde se llevará a cabo los últimos actos de SYM BOSCO y este año del jubileo  Salesiano.

Por la tarde, el grupo grande de jóvenes que harán la peregrinación desde Catelnuovo hasta el Colle Don Bosco  se encuentra aproximadamente 4,5 km de Castelnuovo y concentrará todos los muchachos en torno a una pequeña colina, donde tendrán la oportunidad de visitar el Santuario y la Casa de los Becchi, donde Don Bosco pasó los primeros años de su vida.
Por la noche, a partir de las 21 (hora de Italia), comenzará la vigilia juvenil que continuará de forma espontánea durante toda la noche y se concluirá con el gran final de mañana celebrando la solemne Eucaristía.

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Aguinaldo 2016: «¡CON JESÚS, recorramos juntos la aventura del Espíritu!»

10/08/2015

rmEl Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, formuló el título y las directrices para el mensaje del Aguinaldo 2016: «¡CON JESÚS, recorramos juntos la aventura del Espíritu!».

El trabajo de reflexión sobre el tema ha llegado a buen puerto, como de costumbre, durante los trabajos de la Sesión Plenaria de Verano del Consejo General. Don Á.F. Artime, pensando en el mensaje de su segundo Aguinaldo como Rector Mayor, ha colocado al centro varios aspectos: en primer lugar, la acción del Espíritu, que actúa en libertad y llama a la puerta de cada ser humano; luego, la experiencia del camino, del viaje, que todos hacen en la evolución de la vida; luego, el sentido de aventura, ya que a menudo en el camino que se recorre – tanto a nivel interior, como desde el punto de vista espiritual – «no hay certezas», sin embargo, se avanza movido por la certeza de que el Espíritu sabrá sorprender y llevar más allá las propias expectativas.

En esta aventura el verdadera guía es Jesús, que «siempre ha buscado la Voluntad del Padre, que en su Espíritu lo ha inspirado, acompañado, motivado y guiado». Otros testigos son María de Nazaret «que vivió una aventura del Espíritu que era un confiarse en Dios sin saber cuál sería el punto de llegada» y Don Bosco, que «ha vivido toda su vida abierto al Espíritu, porque su deseo era responder a lo que Dios le pedía, en sí mismo y para sus chicos».

El camino, de interioridad y espiritualidad, que se recorre acompañado por el Espíritu, explica el Rector Mayor, se expresa en:

– una profunda experiencia de fe
– el cultivar la dimensión comunitaria de esta misma Fe.
– el crecimiento en la Misericordia y en la dimensión Fraterna de la vida.

Por último, explica Don Á.F. Artime, hay una amistosa solicitud: «quisiéramos pediros, queridos jóvenes, que nos permitáis hacer este camino juntos. Recorramos este camino juntos. Aprendamos juntos, hagamos experiencia juntos, porque eso nos hará mucho bien a todos». Un «conjunto» que une a salesianos, Familia Salesiana, animadores juveniles y jóvenes de todas las realidades salesianas a nivel global.El documento del Rector Mayor sobre el texto y las líneas guía para el Aguinaldo 2016 está disponible en varios idiomas en el sitio sdb.org. El desarrollo del mensaje continuará en los próximos meses y el texto definitivo se dará a conocer, como es habitual, en los últimos días del año.

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