Raul Fernández, nuestro Consejero Regional, ha escrito un artículo para el Boletín Salesiano
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El día 9 de mayo de 1876 el papa Pío IX firma un breve “Cum Sicuti”. Hace ya 140 años de este acto. Ese documento recoge algo muy importante dentro de la Familia Salesiana y, sobre todo, para los Salesianos Cooperadores: su aprobación canónica.
En esta fecha es reconocida la Asociación por el Santo Padre. Nuestro nacimiento dentro de la Iglesia Universal. Posteriormente, en el Capítulo General de 1877, Don Bosco, en uno de sus discursos, dice que “los Cooperadores son sencillamente cristianos buenos que, viviendo en sus propias familias, mantienen en el mundo el espíritu de la Congregación”(MBe, 13, 519). En ese Capítulo se incorpora el estatuto fundamental de la Asociación al código de la Congregación (cf. MBe, 13, 518) como nexo de unión de nuestra Asociación a la Congregación Salesiana.
¿Qué podemos decir de un nacimiento? Se recuerda año tras año, en nuestras familias cuando un componente de la misma cumple años. Siempre hacemos una fiesta, una celebración, algo que se sale de lo habitual. Cuando llegan números redondos o significativos (los 10 años, los 18 años, los 50 años…) celebramos una fiesta con nuestras personas cercanas, nuestra familia, nuestros amigos. En el resto hacemos otro tipo de celebraciones.
Estamos a 10 años vista de cumplir 150 años de historia. Dentro de 10 años tendremos nuestra fiesta y nuestra celebración especial. Pero para llegar a esa cifra tenemos que seguir creciendo, sintiéndonos hermanos, cercanos en la distancia. Por ello, este año el Consejo mundial ha propuesto a toda la Asociación que celebremos estos 140 años con una celebración sencilla en cada Centro local en torno a dicha fecha. Es una forma de sentirnos cercanos en la lejanía. Saber que otros hermanos están celebrando a la vez esta efeméride, nos ayudará a fortalecer y a hacer crecer nuestro sentido de pertenencia.
140 años. Significa que ya somos mayores, asentados… Pero una característica de nuestra Asociación es su continuo dinamismo, sus ganas de renovación para estar al día en las necesidades, en la realidad que nos rodea. Con una faceta importante: “sin perder el norte”. Este “no perder el norte” es recordar quiénes somos y dónde estamos. Somos una Asociación Pública de Fieles dentro de nuestra madre Iglesia, con un carisma específico, “el carisma salesiano”.
Desde los primeros días nuestro Padre Fundador nos lo dijo. En una de sus primeras Conferencias (16 de mayo de 1878) nos recuerda que “es imposible que obras tales se realicen por un hombre solo”; “sin la labor de los cooperadores, los Salesianos se hubieran estancado y no podrían ejercer su misión. Es verdad que siempre se encuentran dificultades para llevar a cabo estas obras; pero el Señor dispuso que siempre se pudiera superar” (MBe, 13, 537).
No nos olvidemos los Salesianos Cooperadores, que Don Bosco sueña y luego fomenta, tienen una misión clara. En el primer Reglamento Don Bosco nos propone la misma mies que a la Sociedad de San Francisco de Sales, y en la Conferencia antes citada, recalca en varias ocasiones, que si la Asociación y los SSCC quieren hacer algo bueno y algo santo no tenían que hacer nada más que educar a la juventud. Os pedimos que recéis por nosotros para llevar a cabo esta misión y estamos a vuestra disposición para ayudar en nuestra misión común. Ojalá que dentro de 10 años podamos seguir felicitándonos y agradecer vuestras oraciones.
Raúl Fernández Abad