La reunión del Consejo pretende ser un vínculo de unión entre los centros de Cooperadores; y por tanto, en esta ocasión nos reunimos el sábado 3/octubre en Deusto junto con nuestros hermanos Coordinadores (únicamente faltó Santander- ¡Qué pena!).
Comenzando a las 10:30 de la mañana y con unos objetivos muy concretos:
- Apoyar la participación de TODOS los miembros en la Asociación
- Concienciar a la solidaridad económica
- Agrandar los lazos de familia
Trabajamos con una dinámica para encontrar similitudes y diferencias, para reflexionar en el papel que juega cada miembro, para valorar el grado de reconocimiento y aceptación…
Realmente fue FRUCTÍFERO, los Coordinadores unificaron objetivos y necesidades; se consolidaron propuestas muy concretas entre las que destacar:
- Ratificar la importancia de conocer los proyectos de los demás centros (intercambio desde el Consejo)
- Valorar la dimensión asociativa en la FORMACIÓN del cooperador (marcar ítems o acciones imprescindibles antes de la promesa)
- Consolidar que en la primera reunión de curso del Consejo, se invite a los Coordinadores para conocer sus necesidades, dando un apoyo concreto a los centros.
- Solicitar que cuando en un centro, hay grupos que tengan menos de 5 personas, y haya otro grupo cercano de similares características, pueden unirse.
La reunión conjunta terminó con esta oración:
Haz, Señor, que en nuestra casa y en nuestra Asociación, cuando se hable, siempre nos miremos a los ojos y busquemos crecer juntos; que nadie esté sólo, ni en la indiferencia ni en el aburrimiento; que los problemas de los otros no sean desconocidos o ignorados, que pueda entrar quien tiene necesidad y sea bienvenido.
Señor, que en nuestra casa y entre los Cooperadores, el más débil sea el centro de la atención; que el más pequeño y el más viejo sean los más queridos; que el mañana no nos dé miedo, porque Dios siempre está cerca; que cada gesto esté lleno de significado; que te demos gracias por todo lo que la vida nos ofrece y tu amor nos da.
Señor, que en nuestra casa sea importante el trabajo, pero no más importante que la alegría; que la comida y los encuentros sean el momento de alegría y de conversación; que el descanso sea paz del corazón y del cuerpo; que la riqueza mayor sea estar juntos.
Señor, que nuestra casa y nuestra Asociación sean el lugar de acogida como la casa de Marta, María y Lázaro en Betania. Amén.
Después de comer, el Consejo continuó su trabajo de programación, reflexión, valoración de propuestas, preparación de materiales para formación futura, …. Terminando cerca de las 7:00 de la tarde.
Un día duro en cuanto a programación, pero muy gratificante en cuanto a la compañía: ¡SIEMPRE ES UN PLACER SABERSE EN FAMILIA!.