Para la Web de los Antiguos Alumnos Salesianos de Pamplona le han realizado una entrevista a Samuel Segura, vicario inspectorial de la inspectoría Santiago El Mayor. En esta entrevista nos habla de su vocación, de los jóvenes, de su actual servicio, de los jóvenes… Y otros temas que nos acercan a un salesiano que contagia su entusiasmo y vive su vocación con profundidad y entrega. Gracias Samuel por dedicarnos parte de tu tiempo con tanta cercanía y amabilidad.
1. ¿Quién es Samuel Segura? Preséntate por favor
Samuel Segura es un salesiano (desde hace 43 años) sacerdote (desde hace 33). Natural de Almoguera (Guadalajara). Hijo de Carolina y Eusebio, labradores, ya difuntos.
2. ¿Cómo conociste a los salesianos?
Vivía en el pueblo, pero yo quería estudiar. Marché a Guadalajara, a casa de mis tíos, curiosamente a 300 m del colegio salesiano… y comencé a ir al oratorio los fines de semana. De ahí pasé al aspirantado (internado) de Arévalo con los salesianos. Lo demás es ya pura anécdota.
3. ¿Cómo sentiste la llamada a la vida religiosa?
Conviviendo con los salesianos que estaban con nosotros en Arévalo. Yo veía que nos daban clase, jugaban con nosotros en el patio, nos asistían en el estudio para que hiciéramos los deberes y en el comedor para que no jugáramos con las cosas de comer, ensayaban con nosotros las canciones para el festival y noentrenaban para ganar a los del grupo A (nosotros éramos del B),… y hasta cuando nos acostábamos, paseaban a nuestro lado hasta que nos rendía el sueño. Y yo dije: “¡Me gusta! Yo quiero ser uno de ellos”.
4. ¿Qué episodio de la vida de Don Bosco te llama la atención?
Cuando, tras su gravísima enfermedad en los primeros años del Oratorio, los chavales le llevaron en hombros a la capilla Pinardi, todavía convaleciente, y ante ellos, con voz todavía muy débil, les dijo: “Chavales, vuestras oraciones me han conseguido del Señor la vida. Me habéis dado la vida, así que sólo me queda devolvérosla, entregárosla. Os prometo que a partir de ahora y hasta mi último aliento, toda mi vida será para vosotros, mis queridos jóvenes”.
5. ¿Qué supone para ti ser Vicario Inspectorial?
Supone seguir siendo feliz como salesiano. No es lo que me toque hacer, más o menos difícil o comprometedor, lo que me hace feliz, sino el hecho de ser salesiano. En el caso de ser Vicario, sobre todo supone tener una mayor responsabilidad de los hermanos salesianos, especialmente los más débiles y enfermos.
6.¿Cómo es un día en tu vida?
¡Una pequeña aventura! No tengo horario fijo. El trabajo de despacho lo voy haciendo en los ratos en que no tengo que asistir a reuniones, viajar por diversos motivos a cualquier zona de la Inspectoría, hacer visitas a hermanos salesianos, animar alguna sesión formativa, asistir a compromisos externos, etc. El calendario personal se va llenando según transcurren los días. La actitud fundamental tiene que ser la disponibilidad a lo que salga, especialmente a lo que pueda necesitar de mí el Sr. Inspector.
7 ¿Cuáles han sido las personas referentes en tu vida?
Mis padres, sin duda, los primeros, en el tiempo y en la persistencia. Mi familia también siempre está ahí, como una referencia perpetua. Después, los salesianos como conjunto en mi época de Arévalo. El Padre Maestro D. Antonio Díez (falleció precisamente el año pasado…), en particular. Y después, en cada época formativa y en cada destino, muchos salesianos con nombre y apellido que sería largo enumerar.
8 ¿Cómo se puede hacer vida la frase “Signo y portador del amor de Dios a los jóvenes”?
En el día a día y con pequeños gestos. Trato de ser fiel a la frase de Don Bosco: “Que cada persona que se acerque a ti, pueda llegar a considerarte su amigo”. Es la manera como intento ser signo y portador del amor de Dios con cada persona que entra en relación conmigo. En el contacto directo con los jóvenes, o con cualquier otra persona.
9 ¿A qué retos crees que se enfrentan los cristianos del siglo XXI?
El reto fundamental en mi opinión es el de ser “testigos”, es decir, hablar y actuar desde el testimonio de lo que significa ser creyente en la propia vida. Hoy sólo convence el testimonio personal. La fe se transmite por contagio, no por proselitismo o por mecanismos de poder. Así nos lo han repetido los dos últimos papas, y es algo de lo que estoy convencido. Hoy sólo se puede hablar de Dios a los demás de forma autobiográfica.
10 ¿Cómo ves a los jóvenes respecto a la iglesia?
Hay muchos grupos de jóvenes en circunstancias sociales, personales y familiares muy diversas. Sí que tengo claro una cosa: la gran mayoría está abierta a Dios, aunque muchos puedan ser indiferentes al hecho religioso institucionalizado, por ejemplo a la Iglesia. Y si la Iglesia por medio de sus miembros les ofrecen propuestas educativas, solidarias, comprometidas, y por qué no, divertidas, ellos no van a decir que no. Solemos decir: “los jóvenes de hoy son…” Los jóvenes son lo que sembremos en ellos desde pequeños, lo que les ofrecemos de forma convencida y comprometida. Creo profundamente en la eficacia e importancia de la educación.
11 ¿El mejor momento de tu vida?
El 16 de agosto de 1972, cuando hice la primera profesión como salesiano al final del Noviciado en Astudillo (Palencia).
12 ¿Qué crees que les diría Don Bosco a la Familia Salesiana actual?
Creo que nos diría: “Confiad en el Señor, y haced el bien”. Lejos de las filosofías, las críticas políticas, las ideologías,… la Familia Salesiana, unida a Dios, tiene que dar en el mundo el testimonio de su esforzado trabajo por hacer el bien con alegría y espíritu de familia