Un cordial saludo para todos.

Me complace dirigirme a vosotros en el día del nacimiento de nuestro padre Don Bosco. A él le gustaba mucho decir que había nacido muy cerca de la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Si como Salesianos Cooperadores somos lo que somos hoy, se lo debemos a esta devoción incondicional a María. A menudo digo que si, como miembros de la Familia, no alimentamos una relación filial con la Virgen de Don Bosco, nuestra identidad como salesianos es débil.

Hace ya tres meses que iniciamos el período de preparación para la celebración del 150 aniversario del nacimiento de la Asociación de Salesianos Cooperadores.

Gracias al empeño del equipo que está proponiendo las diversas etapas de este camino, y a la animación que todo el Consejo Mundial está haciendo de manera sinodal, para que este camino no sea un acontecimiento que concierne sólo a unos pocos sino que debe ser expresión de muchos, hemos conseguido:

  • La elección del logo del 150 aniversario, que engloba los rasgos característicos de la Asociación, con una votación en la que participaron Salesianos Cooperadores de todo el mundo.
    • Haber optado por resaltar la especial devoción al Papa colocando el icono del Papa Pío IX junto al de Don Bosco, me hace recordar la noticia que nos llegó a todos hace unas semanas. Hemos sabido que Don Ángel, nuestro querido Rector Mayor, será creado cardenal el próximo 30 de septiembre. Cuánta confianza depositó la Iglesia en el Don Bosco vivo, y cuánta hace ahora la Familia Salesiana.
  • Hemos pedido a todos los Salesianos Cooperadores y Salesianas Cooperadoras que se presenten con entusiasmo, contando su propia experiencia vocacional con mensajes.
    • mientras hablo hay unos 50 vídeos en nuestras redes sociales, y siempre con vistas a la participación de todos, los Consejeros Mundiales están coordinando la recogida de estas aportaciones desde todas las partes del mundo donde estamos presentes. Esta recogida de testimonios continuará hasta el próximo mes de mayo, cuando finalizará la primera etapa del trienio caracterizado por el verbo «recordar».

Estas son sólo algunas de las iniciativas que estamos llevando a cabo al comienzo de este trienio. El movimiento iniciado nos permitirá tener una visión mucho más amplia de la dimensión mundial de la Asociación de Salesianos Cooperadores. Cada uno debe sentirse implicado y expresar su creatividad que, como salesianos, nos distingue.

El alimento para la reflexión que os dejo en este primer mensaje para el trienio es pensar cuánto espacio damos a la relación con María Auxiliadora en nuestra vida cotidiana de laicos en el mundo y luego, no en segundo plano, nuestro compromiso a reforzar nuestro afecto al Papa, como nos invita a hacer Don Bosco y como se afirma también varias veces en nuestro Proyecto de Vida Apostólica.

Un abrazo a todos y a cada uno en particular.