A veces las cosas grandes tienen un origen sencillo. Así sucedió con el primer Oratorio que Don Bosco inició en la sacristía de la Iglesia de San Francisco de Asís, en Turín.
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El encuentro con Bartolomé Garelli fue “la chispa” que prendió su corazón de apóstol y le hizo intuir que estaba llamado a una gran misión.
“Todo comenzó con el Ave María, rezada con devoción y recta intención”, nos dice el mismo Don Bosco. Así fue. Él aceptó el plan que la Virgen María le iba presentando. Y fue dando respuestas. Y confiando. Y proponiendo. Se fue configurando lo que hoy llamamos “Familia Salesiana”, una respuesta de generosidad y entrega a la juventud y a las clases populares en la iglesia y en la sociedad, que mira con gratitud a la fiesta de la Inmaculada, inicio de un gran proyecto.
Además, en 2015, el 8 de diciembre también es una fecha especial para toda la Iglesia. Comienza el año de la Misericordia y el Papa Francisco abrirá la Puerta de la Misericordia. Como nos recuerda nuestro inspector, Juan Carlos Pérez Godoy: “estamos preparados para iniciar el año de la misericordia!