Benigno Palacios Plaza

En estos días en que ha salido publicada la nueva encíclica del Papa Francisco sobre la fraternidad, me parece interesante animaros a seguir extrayendo el jugo a la anterior, “Christus Vivit” y lo haré en un par de artículos. Pienso que este texto sobre los jóvenes entronca, y muy bien, con nuestro PVA.

Cuando presento el PVA a nuestros Aspirantes les propongo que hagan el siguiente ejercicio: Todavía no conoces el PVA pero si que vas descubriendo la Asociación de Salesianos Cooperadores a través de los hermanos con promesa con los que convives. Imagina que vives en la época de don Bosco y él te reúne junto a los miembros de tu grupo y te pide que le ayudes a escribir el libro de vida de los SSCC ¿Qué crees que debería incluirse en este texto?

No sé si has hecho alguna vez este ejercicio, pero resulta muy interesante el resultado. Te animo a que pienses que grandes temas debe incluir nuestro PVA y que luego lo compruebes.

Imagina ahora que te llama Francisco, nuestro Papa y te dice: Mira (pon aquí tu nombre), quiero escribir una encíclica que ponga el acento en los jóvenes y en todo lo que Cristo les puede ofrecer y necesito de tu ayuda para hacerla realidad. Te lo pido a ti, porque, como Salesiano Cooperador, lo tuyo son los jóvenes. ¿Qué crees que debemos contarles para que se enamoren de Jesús?

Aparte de la sorpresa inicial que seguro que tendrías por la llamada ¿Qué responderías? No se si eres consciente de la gran importancia que tiene que los cooperadores colaboremos activamente en una misión de la iglesia como es esta (repasa el artículo 4.1 del PVA/E).

Yo me pongo a pensar en ello y, tristemente, me veo incapaz de seleccionar unos pocos temas que “indicarle” a nuestro buen Papa. Esta tarea me sobrepasa. Repaso distintas fuentes y me encuentro con dos, de este mismo boletín (octubre de 2019 y abril de 2020 por si quieres repasarlas), donde encuentro iluminación.

En la primera referencia, encuentro el editorial de nuestra Delegada Regional sobre la propia Encíclica y me quedo con dos claves: Cristo nos envía a todos (no hay límites) y los salesianos cooperadores estamos llamados a ser mediaciones en el Anuncio de la Buena noticia.

De la segunda referencia, leo el mensaje del Papa a los salesianos al inicio del CG28 y encuentro otras dos ideas: A Jesús hay que dejarle salir cuando llama desde dentro y el Señor muestra su voluntad a través de los jóvenes.

Estas pistas me hacen caer en la cuenta de que los salesianos cooperadores debemos conocer mejor como es la juventud que, actualmente, busca su espacio en este mundo y que quiere alzar su voz. Pero también me dice que para prestarles una atención privilegiada (cf. artículo 8.2 PVA/E) debemos prepararnos mejor.

En la Encíclica en cuestión podemos encontrar pistas de reflexión (y propuestas concretas de acción) para todas estas cuestiones. Resulta especialmente agradable la imagen que muestra de Jesús en el capítulo 2º: “Tenemos que atrevernos a ser distintos, a mostrar otros sueños que este mundo no ofrece” (36). El capítulo quinto sobre cómo es la juventud nos debe desacomodar y enviarnos a las periferias: “Jóvenes, no observen la vida desde un balcón. Arriesguen, aunque se equivoquen” (143). Igualmente, el capitulo séptimo sobre la pastoral de jóvenes debería ser de estudio obligatorio en todos nuestros centros locales: “La pastoral juvenil, cuando deja de ser elitista y acepta ser “popular”, es un proceso lento, respetuoso, paciente, esperanzado, incansable, compasivo” (236).

En el siguiente artículo seguiré reflexionando con vosotros sobre lo que nos dice esta Encíclica a los salesianos cooperadores. Pero, mientras tanto, ¿por qué no picoteas y la repasas?

La fe, la esperanza y el amor necesariamente nos empujan hacia esta preferencia por los más necesitados, que va más allá de la pura necesaria asistencia
(19 de agosto de 2020, Papa Francisco)