Asterio Gaitero Alonso

Este mes presentamos con alegría el Proyecto 8/2024, una propuesta que llega desde Agua de Dios (Colombia), donde las Hijas de los Sagrados Corazones acompañan a niñas en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas víctimas de la violencia.

En un entorno marcado por la pobreza y la exclusión social, el Internado Campestre Santa Ana ofrece un espacio de vida, estudio y dignidad. Allí, la escuela, la alimentación y el acompañamiento espiritual se convierten en caminos de esperanza y desarrollo.

Las Hijas de los Sagrados Corazones, congregación fundada en Colombia bajo la inspiración del beato Luis Variara, forman parte de la gran Familia Salesiana. Su misión es acompañar y educar a niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad, ofreciendo un hogar y una formación integral marcada por la alegría y la esperanza.

La historia de esta obra se remonta a 1940, cuando la Madre Ana María Lozano Díaz, hoy Sierva de Dios, inspirada por el beato Luis Variara, fundó el internado para acoger a niños enfermos de lepra, huérfanos y pobres. Con los años, se abrieron talleres de sastrería, carpintería y zapatería que ofrecieron capacitación laboral a centenares de jóvenes. Desde 1978, el internado se centró en la atención a niñas y el externado mixto, manteniendo vivo el carisma salesiano de educar y acompañar con cercanía y alegría.

Educar, cuidar y acompañar para transformar vidas

Hoy, el internado atiende a 36 niñas internas y a 92 estudiantes externos del municipio, sin contar con ningún apoyo estatal. La propuesta educativa es integral:

  • Educación básica primaria para todos.
  • Alimentación equilibrada diaria.
  • Atención médica, odontológica y psicológica.
  • Escuela de padres y talleres de acompañamiento familiar.
  • Actividades artísticas, manualidades y formación en sistemas.
  • Capacitación de docentes y personal de apoyo para garantizar un ambiente sano, respetuoso y protector.

Las niñas internas provienen de familias desestructuradas, con experiencias de violencia, abuso o abandono. Aquí encuentran no solo una escuela, sino un hogar donde sanar heridas y construir proyectos de vida.

Una ayuda que sostiene el futuro

El coste total del proyecto asciende a 19.688 €, de los cuales el CSJM ha concedido finalmente 14.295,46 €, cubriendo así las necesidades esenciales de educación, salud y cuidado diario. El resto será asumido por la comunidad religiosa y pequeños apoyos locales.

Aunque no figura entre los proyectos prioritarios por criterios geográficos, su impacto humano y social es profundo y transformador. Desde Agua de Dios, y desde cada obra donde el carisma de Don Bosco y de la Familia Salesiana florece, agradecemos esta colaboración que da futuro y esperanza a quienes más lo necesitan.

“La educación salesiana transforma la fragilidad en fuerza y esperanza, con la alegría que cura y une.”

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