Susana María Pérez Ibáñez

El fin de semana del 9 al 11 de febrero un grupo de 35 salesianos cooperadores de la Región Ibérica, acompañados por SDB y FMA, disfrutamos del segundo miniencuentro regional formativo organizado para este curso. Esta propuesta formativa nos quería acercar a los pasos de Don Bosco en Barcelona desde un ambiente de familia, reflexión y revitalización de nuestra vocación.

Nuestro encuentro comenzó con unas palabras que para mí tuvieron especial relevancia a la hora de vivir la experiencia: “Todos y cada uno de nosotros hemos sido Soñados por Don Bosco”. Y con ese lema nos fuimos adentrando en nuestro peregrinaje, empezando en Martí Codolar en el museo de Don Bosco seguido de un momento de convivencia y buenas noches que nos preparaban para el fin de semana.

El sábado nos fuimos a disfrutar de una visita a la Sagrada Familia. Experiencia sensorial y espiritual que, de la mano del actual arquitecto directo, nos llevó a experimentar cada pequeño paso que Gaudí soñó para este gran templo. Después seguimos paseando hasta las Ramblas, intentado seguir el recorrido de Don Bosco. Nos paramos en la Iglesia de la Mercè, continuamos hacía la Iglesia de Belén donde Don Bosco celebró una Eucaristía multitudinaria y donde ya se nos empezaba a mostrar la importancia de Dorotea de Chopitea.

Por la tarde nos fuimos hacia Torre Gironella donde se encuentran la presencias de las Salesianas de Santa Dorotea. Allí tuvimos la suerte de conocer más a fondo la figura y la obra, tan impresionante, de Dorotea de Chopitea. Continuamos hacía Can Prats donde seguimos conociendo más la huella de Don Bosco, y allí, en la capilla que lleva su nombre, celebramos la Eucaristía renovando nuestra promesa, momento de comunidad y asociación lleno de emoción.

El domingo tocaba despedirse de Martí Codolar recreando aquella foto que Don Bosco se hizo acompañado de jóvenes y amigos. Luego fuimos hacia el Tibidabo, gran regalo que le hicieron a Don Bosco y que Él quiso devolver construyendo un gran Templo dedicado al Sagrado Corazón. Junto a él, la pequeña capilla que se construyó para conmemorar la Visita de Don Bosco. Terminamos con un pequeño paseo por el barrio Gótico de Barcelona hasta que poco a poco nos fuimos despidiendo para regresar a nuestras casas.

Este encuentro ha sido un regalo en todos los sentidos, regalo espiritual, regalo cultural y regalo de comunidad. Desde aquí invito a que no dejéis pasar la oportunidad de disfrutar de la siguiente edición. Y recuerda, somos hijos de un gran soñador y ¡Él te soñó y nos soñó a toda la Familia Salesiana para seguir haciendo cosas grandes por nuestros jóvenes!

Gracias a la SER y la Provincia de Mare de Deu.

Lo que sé es que mi pequeña historia se ensanchó al vaciarse para darle espacio a Él
(Mariano Sedano)