Eusebio Martínez Aguado

A medida que avanza el tiempo estoy más convencido de las palabras del Papa Francisco: “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. El día 9 de octubre de 2021 se celebró la apertura del proceso sinodal del Sínodo “por una Iglesia sinodal”: comunión, participación, misión. En este proceso hemos llegado al 28 de octubre de 2023 con la publicación del “Informe-síntesis de la primera sesión (4-29 octubre 2023) de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos”.

Los Delegados de los SSCC, junto con los de todos los grupos de Familia Salesiana, estamos asimilando vitalmente toda la riqueza que supuso la celebración de la XIII Escuela de Delegados celebrada en El Escorial los días 19-22 de julio del 2023: Familia Salesiana en sinodalidad. Estamos en ello; experimentamos que, en la medida que se profundiza el tema, más riquezas descubrimos.

El documento-síntesis de la Asamblea sinodal del mes de octubre se titula “una Iglesia sinodal”. Ofrezco tres indicaciones a este respecto:

  • Todos los grupos de la Familia Salesiana somos y nos sentimos Iglesia; nos sentimos en el corazón del proceso sinodal que la Iglesia está viviendo en estos momentos.

En las líneas de acción de la Escuela de Delegados, aparece con insistencia el hacer realidad, en la vivencia de la sinodalidad, nuestro ser iglesia desde la clave carismática del espíritu salesiano.

  • El esquema del documento es iluminador; consta de estas tres partes:
  1. El rostro de la Iglesia sinodal.
  2. Todos discípulos, todos misioneros.
  3. Tejer lazos, construir comunidad.

Podríamos hacer un resumen-síntesis: Desde el descubrimiento profundo, vital, del ser de la Iglesia, todos (fuerza importante de la sinodalidad) nos sentimos y somos discípulos y, sin que pueda ser de otra manera, todos nos sentimos y somos apóstoles.

Esto sigue; el documento finaliza con un título: “para continuar el viaje”.

Toda esta dinámica eclesial traspasada por la fuerza del Espíritu se parece a… ¿A qué podemos comparar el Reino de Dios o con qué parábola podemos describirlo? Se parece a una semilla que cae en la tierra y…

¿Y para hacer realidad este gozoso anuncio? Hace 200 años un niño, en sueños, preguntó: «¿Quién sois vos que me mandáis una cosa imposible?» Y le llegó la respuesta: “Yo te daré la maestra bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio, y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad”.

Hace alrededor de 2000 años, María Nazaret también preguntó: “¿Cómo sucederá esto?” (Lc 1,34). Para todos, María y Juan Bosco entonces y para nosotros hoy, la respuesta va en la línea de “permanece a la sombra del espíritu y déjate envolver por su poder”.

Ya San Pablo nos lo indicó hace tiempo: “y todos hemos bebido de un solo Espíritu” (1Cor 12, 13)