Eusebio Martínez Aguado
“La obra de los Cooperadores se extenderá por todas las naciones, se propagará por toda la cristiandad. ¡La sostiene la mano de Dios!» Con estas palabras proféticas de Don Bosco se abre el PROEMIO del Proyecto de Vida Apostólica de la Asociación de Salesianos Cooperadores.
Y en la conclusión del PVA/Estatuto sigue Don Bosco: “La Asociación de los Cooperadores se ha instituido para sacudir a muchos cristianos del letargo en que yacen y difundir la energía de la caridad”.
He vivido 20 años como delegado inspectorial/provincial para los Salesianos Cooperadores; y otros cuatro, estos últimos, como Delgado regional (España y Portugal).
Finaliza una etapa y…¡LA VIDA SIGUE! La vida sigue enriquecida por todo lo compartido y, sobre todo, por haberlo compartido desde el corazón. Todo un motivo de acción de gracias.
Hace cuatro años yo sabía que la Obra de los Cooperadores estaba extendida por el mundo; ahora lo sé, lo he experimentado con más fuerza; y el resultado es que todo ha sido GRACIA; y en la medida que reconozco esa GRACIA siento la necesidad de seguir proclamando que también hoy hay necesidad de despertar letargos de vida cristiana y difundir la energía de la caridad. Con un sentido profundo de humildad reconozco que la vocación del Salesiano Cooperador tiene, en estos tiempos, un campo urgente de actuación.
En este momento reconozco con profundo agradecimiento que para mi todo ha sido gracia. Y desde mi actitud agradecida constato:
- Que “las cosas van bien”.
- Que es mucho lo que queda por hacer.
- Que es necesario que en la Asociación de SS.CC. se profundice cada día más la riqueza de la identidad vocacional de todos los que la componen.
- Que es preciso seguir viviendo en el horizonte de ser Familia Salesiana y ser Iglesia.
Una parte importante de estos cuatro años de Delegado Regional la he compartido con mis hermanos y hermanas Delegados: Hijas de María Auxiliadora, Salesianos y algún seglar.
Una vez más, desde lo vivido con intensidad, sencillez y generosidad, aparece el horizonte de la espiral positiva de una llamada a contribuir, como Delegados, a que todos los Salesianos Cooperadores sean, ¿cómo decirlo?, sean santos. “Los Salesianos Cooperadores se comprometen responsablemente en este camino que lleva a la santidad”.
Amigos salesianos Cooperadores: la vida sigue en la perspectiva de un agradecimiento por todo lo recibido cada día. Seguimos siendo peregrinos, hermanos que miramos a la Cruz y al Resucitado, salesianos que, con el auxilio de María, todo se va entendiendo según avanza la historia, “a su tiempo”.
n amigo, un hermano, siempre agradecido.
Marchamos unidos en la ilusión y en la esperanza. Y nos seguimos encontrando en la Eucaristía, donde no hay distancias; donde solo hay hijos, hermanos, amigos.