Patricia González Gonzálvez, sc
El pasado 31 de Marzo de 2019 tuvo lugar la celebración del Almuerzo Misionero que anualmente organiza el Centro de Salesianos Cooperadores del Hogar Escuela (Tenerife), junto al resto de Familia Salesiana de dicho colegio, cumpliéndose este año la edición número XXII del mismo y cuya finalidad se perpetúa año tras año.
En este caso nos planteamos que el dinero recaudado fuera para diferentes proyectos de VidesSur (ONG de las FMA), y contribuir así a que niños, jóvenes y adultos puedan optar a una vida digna dónde consigan mejorar su realidad actual y desde dónde se les dé la oportunidad de desarrollar un futuro que les capacite para alcanzar una mejor calidad de vida en base al contexto sociocultural en el que se encuentran.
En esta línea logramos reunirnos 220 personas entre familiares, amigos, el Delegado Diocesano de Misiones (D. Juan Manuel Yanes), las Comunidades de FMA y SDB del Hogar Escuela y La Orotava respectivamente, y como no, hermanos Cooperadores de los otros dos centros de Tenerife (La Cuesta y La Orotava) en un lugar que para nosotros ya es nuestra casa, el Círculo de Amistad XII de Enero, entorno en el que como su nombre indica cada año nos sentimos acogidos y totalmente a gusto; creándose así un clima de alegría, fraternidad y testimonio tan característico de nuestro carisma salesiano.
De este modo hemos compartido una jornada en la que ha habido tiempo para todo: convivencia, sorteos, baile… Siendo uno de los momentos a destacar las palabras que la directora titular del Hogar Escuela, Sor Pili Santana nos dedicaba al inicio del almuerzo en relación a este proyecto que como Asociación afrontamos; y el testimonio que nos transmitió Sor Bernarda García (Salesiana, Misionera y Delegada de nuestro centro estos últimos meses) tras su experiencia de 36 años en las misiones africanas acerca de cómo ese dinero recaudado llega y cuánto bien hace, llegando incluso a relatar alguna experiencia concreta y citar personas específicas que les ha cambiado la vida el poder tener a su alcance una alternativa a su vida cotidiana.
Ha sido maravilloso observar como la intervención de Sor Bernarda ha llegado a los corazones de todos los presentes, incluso a personas que no son creyentes pero aun así participan de un día como el del pasado domingo porque creen en el buen hacer de las personas, y en la necesidad de ayudar a los que no disponen de recursos económicos suficientes para paliar las necesidades básicas del ser humano.
Damos las gracias a todos los que de una forma u otra han colaborado para que nuestro Almuerzo Misionero se haya hecho realidad un año más, haciendo vida las mismas palabras que el Papa Francisco recoge en su mensaje para esta Cuaresma 2019 “La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios”.
Su ejemplo muestra de qué son capaces los jóvenes
cuando se abren al encuentro con Cristo
(Exhortación Apostólica Christus vivit, 49, Papa Francisco)