José Luis Muñoz Blázquez

Sor Isabel Santos, directora del proyecto de las Hijas de Maria Auxiliadora en La Esmeralda nos explica:

Las comunidades indígenas constituyen la porción más vulnerable de la sociedad venezolana y son las más necesitadas de apoyo por parte de instituciones gubernamentales y entidades privadas. Actualmente, hay innumerables problemas que obstaculizan la actividad educativa como se ha llevado adelante hasta ahora: la situación de crisis del país se acentúa cada día más, golpeando a las familias más pobres y, en nuestro caso, a las poblaciones indígenas. La escuela ofrece a los jóvenes la oportunidad de formación académica y herramientas para ganar dignamente el sustento para sus familias, mejorando así las comunidades.

La falta de capacitación hace de los jóvenes desocupados presas fáciles de la delincuencia y otros problemas de la sociedad. Tanto los alumnos como las alumnas aprenden técnicas nuevas y ancestrales para cultivar en el conuco (pequeña porción de tierra dedicada al cultivo).

El Proyecto Estrella 2024 se centra, no obstante, en la formación de las chicas. Se trata de la elaboración de tejido de chinchorros y tejido con mostacilla, por parte de alumnas de 12 a 17 años de edad. Ellas, al final de su programa formativo deben salir preparadas para, si lo desean, llevar adelante pequeñas empresas familiares que fortalezcan las comunidades. Además de la elaboración de chinchorros, collares y diversas prendas, también se potencia la elaboración de artesanías propias de su cultura ancestral, todo este trabajo llevado a cabo por docentes de su misma cultura.

La Escuela no cuenta con los recursos económicos necesarios para adquirir los hilos de naylon, agujas y otros materiales necesarios para impartir la formación de tejido de chinchorros y la elaboración de prendas de mostacilla. Las familias, en situación precaria, tampoco disponen de esos recursos. Las jóvenes esperan con mucha ilusión continuar sus estudios después de haber empezado con tanto empeño. El tejido de chinchorros y las prendas de mostacilla son una motivación para continuar sus estudios, ya que esto es proporciona una fuente de ingresos y mejoras de vida en su comunidad manteniendo los rasgos culturales tradicionales en su trabajo.

La Misión Esmeralda desarrolla proyectos para apoyar la alimentación, la salud y la formación de los jóvenes. Estos proyectos reciben apoyo ocasional del Vicariato Apostólico, de Misiones Salesianas y ahora de CSJM. El proyecto “Tejiendo nuestra identidad” pretende autofinanciarse en los próximos cursos gracias a la venta de los productos elaborados por las alumnas.

Si quieres colaborar con CSJM pulsa en el enlace y rellena tus datos o si quieres hacer una donación a través de BIZUM utiliza el código 05175

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Una hora ganada al amanecer es un tesoro por la tarde
(San Juan Bosco)