José Luis Pérez Mudarra, Aspirante Lugo FMA
La formación, dentro del marco de la Asociación de Salesianos Cooperadores, constituye una prioridad y un eje que recorre la vida y actividad en todos los ámbitos de la misma. En ese contexto, el área de formación tiene una función específica que consiste en impulsar la formación entre los Salesianos Cooperadores, para responder con calidad, a los signos de los tiempos, las llamadas urgentes y los desafíos del mundo en que vivimos. Ese fue el motivo, por el cual, el día 9 de febrero en el colegio de María Auxiliadora de Lugo (Salesianas), se llevó a cabo una jornada de encuentro y formación para aspirantes a Salesiano Cooperador.
La jornada se iniciaba con los buenos días de la Coordinadora provincial, Yolanda Argüelles, una oración y una presentación personal de cada uno de los presentes con la finalidad de darse a conocer. Varios fueron los temas desarrollados durante la jornada bajo el lema: La espiritualidad del Salesiano/a Cooperador/a.
El primer tema planteado fue: El Salesiano Cooperador descubre la vida como vocación. Reconoce que la vida es un don y que se siente llamado por Dios, dirigiendo su vida hacia el prójimo, en especial de los niños y jóvenes, pobres y abandonados, saliendo de su comodidad realizando gestos concretos de amor, experimentando que solo crece como persona cuando sale de sí mismo y se centra en el otro más necesitado.
Después de un refrigerio, se continuaba con el siguiente tema: El Salesiano Cooperador es “Gente de fiesta”. Es una persona que tiene un sentido positivo, optimismo y confianza ante la vida como lugar de la manifestación de Dios. Crea un ambiente de fiesta, alegría y espontaneidad como fruto de la Fe y Esperanza. Disfruta de todo lo que Dios ofrece en la vida de las personas y en la naturaleza. Se relaciona con los niños y jóvenes desde la confianza en sus posibilidades y en la de los otros. Vive la fiesta, la música, el teatro, como expresión juvenil de alegría. Es entusiasta y creativo en sus proyectos y actividades pastorales.
Al mediodía, en la capilla del colegio, se celebraba la Eucaristía compartiendo entre todos los hermanos y hermanas un amor intenso, donde Cristo se hizo presente siendo de gran importancia ese momento, participando activamente en ella recibiendo en nuestros corazones ese amor por Jesús Sacramentado.
Después del almuerzo en el comedor del colegio, el tema a tratar fue: El Salesiano Cooperador acepta la cruz. Asume su propia debilidad y limitaciones, siendo responsable del deber de cada día. Vive la fiesta como una experiencia profunda de solidaridad, sacrificando su vida, compartiéndola con los que han perdido la alegría de vivir. Ejercita el perdón que rompe la cadena del rencor y la violencia.
El Salesiano Cooperador se compromete, fue el siguiente. Es persona constante en el compromiso asumido, valorando críticamente la realidad desde el Evangelio. Dedica tiempo a la formación de niños y jóvenes.
Tiene sensibilidad hacia los derechos humanos de todos, sobre todo de los más pobres y necesitados. Lucha y trabaja por hacer posible los cambios culturales y estructurales a favor de aquellos a los que la vida es arrebatada de una manera violenta.
Seguimos con: El Salesiano Cooperador reza. Hace oración personal desde y para la vida, superando la actitud prepotente o narcisista que le impide el auténtico encuentro con Dios como centro de la propia vida. Participa en las celebraciones de la comunidad cristiana, viviendo la dimensión contemplativa de la realidad superando la visión consumista de las cosas. Reza unido a los niños y jóvenes implicando a estos para vivir la alegría del encuentro con Jesús.
Contemplativo en lo cotidiano, fue el siguiente tema a debatir. El Salesiano Cooperador busca espacios de silencio y serenidad donde pueda encontrarse con Dios. Lo descubre en los acontecimientos que suceden en su entorno, bien sea lejano o cercano, evaluando con frecuencia el lugar que ocupa en su camino de fe, acogiendo y valorando la palabra como respuesta al sentido de la vida. Nuestra vida y la realidad que nos rodea, está atravesada por el misterio de Dios. Tenemos necesidad de silencio para ahondar en nosotros mismos. Una vez debatido este tema se expone a los hermanos y hermanas.
El último de los temas tratados fue: El Salesiano Cooperador vive en comunión. Es una comunión que no nace de un proyecto humano ni coincide con una organización, por perfecta que esta sea, sino que brota de la caridad pastoral suscitada en el corazón de Don Bosco que lo animó hasta la santidad. Pone sus cualidades al servicio del proyecto común y trabaja en equipo con el resto de los hermanos, favoreciendo un ambiente de confianza y amistad con todos. Vive la Espiritualidad Salesiana como centro de unidad dando testimonio de colaboración.
Al final de la presentación de cada uno de los temas, se hacían grupos los cuales se reunían en salas y opinaban y debatían los temas propuestos. Ya de vuelta hacían una puesta en común y explicaban el resultado de su reunión.
Esta jornada de encuentro y formación se daba por finalizada a las 18:00 horas habiendo sido un instrumento de formación entendida de una manera integral y como proceso de una actividad viva y dinámica que hace posible los objetivos de formación en el camino de los aspirantes a Salesiano Cooperador de la provincia “Santiago el Mayor”. León.
Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos
(Mensaje del Papa para la Cuaresma 2015, Papa Francisco)