Rafael Liñán Villar
Después de unos años de trabajo al servicio de la Asociación, llega el momento de recoger la casa y hacer balance de los resultados.
Desde que Txemari me traspasara las funciones de la vocalía hace cuatro años, son varias las cosas que se han ido haciendo. La principal de ellas probablemente sea la edición electrónica de este boletín que estás leyendo, o la puesta en marcha de la lista de difusión de noticias vía WhatsApp, a través de la cual se han ido lanzando diferentes campañas en momentos fuertes (Adviento y Pascua), así como otras noticias importantes.
Las redes sociales también se han ido utilizando para esto último, además de para ir informando de los eventos regionales celebrados en este tiempo. Aunque con la irrupción en nuestras vidas de la pandemia, decidimos dejar un espacio libre en las redes sociales ante la saturación informativa que se empezó a producir, hasta que poco a poco nos fuimos adaptando a las nuevas situaciones de vida.
Entre los trabajos que también se han lanzado desde esta vocalía ha estado la difusión de manifiestos en los que nuestra Asociación alza la voz contra injusticias que, desde nuestro punto de vista evangélico, veíamos que teníamos que pronunciarnos. Una propuesta que me encantaría que continuara en los próximos años, ya que nos convierte en salesianos insertos en la sociedad civil, tal y como nos soñó Don Bosco en su día.
Además del trabajo realizado, también se quedaron atrás otros ambiciosos proyectos que me planteé al llegar a la vocalía. Uno de esos proyectos era la renovación profunda de nuestra página web (tanto en apariencia como en contenidos). También hubiera querido afrontar la modernización de nuestra identidad corporativa, actualizando todos los elementos que la componen (logos, tipografías, colores).
Pero lo mejor de este tiempo al servicio de todos ha sido poder trabajar en red. Con la colaboración de hasta 11 vocales provinciales he tenido la suerte de conocer las iniciativas de comunicación de las diferentes provincias de nuestra región.
En estos años, he podido conocer como cada una de nuestras provincias tiene su propia personalidad y, por tanto, sus diferentes modos de difundir a sus hermanos todo lo bueno que se hace en nuestro día a día: boletines provinciales, espacios web, grupos de mensajería, redes sociales, campañas de comunicación. La verdad es que el trabajo de todas las vocalías de información es fundamental para reforzar nuestro sentimiento de pertenencia, al mismo tiempo que es un espacio para evangelizar y para hacer promoción vocacional.
Ahora es el momento de pasar el relevo a Mª Ángeles, que llega cargada de ilusión y proyectos para seguir creciendo en la comunicación de nuestra región, y qué mejor lugar para escenificar ese relevo que las propias páginas del boletín del que somos responsables. A partir del próximo número, la dirección ya correrá a su cargo.
Estoy convencido de que este medio de comunicación tan nuestro seguirá evolucionando hacia una manera actualizada de contar lo que somos y lo que hacemos, sin dejar de posar la mirada en nuestra formación.
Marián, tuya es la palabra.
Encontramos el misterio de Cristo en acción equipando
al discípulo en las relaciones humanas: don, tarea y proceso
(Agustín Sánchez)
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