Inmaculada Garzón Arboledas
En este mes nos ponemos en contacto con José Ramón Alcalá-Zamora, coordinador de la Provincia María Auxiliadora que está a punto de terminar su servicio en la Asociación.
Hola José Ramón, ¿qué podemos en un primer momento saber de ti?
Ante todo, daros las gracias por contar conmigo para el boletín. Soy un granadino que vive en Jerez de la Frontera donde llegué por amor hace ya 23 años. Tengo 46 años y estoy casado con una persona maravillosa llamada Inés, madre de mis cuatro hijos Isabel, Ana, Joselito y Manuel. Soy trabajador social del Ayuntamiento de Jerez, funcionario de carrera y responsable de discapacidad y gestión de calidad en los servicios sociales municipales. Soy aficionado al diseño gráfico, la fotografía, apasionado del Carnaval, a la risoterapia, a las veladas salesianas, a todo lo que sea una fiesta y un encuentro con amigos. Como dice mi comadre “un festivalero”.
Soy salesiano cooperador desde el 11 de mayo de 1996 (este año cumplo 24 años en la asociación) y mi vocación es fruto de un proceso vocacional madurado en el Movimiento Luz Vida de la antigua Inspectoría Santo Domingo Savio. Soy fruto de los campamentos en Campobosco, los campos de trabajo en Almanjayar (Granada) y el Campamento de Los Primeros (Córdoba), una opción por los más vulnerables que fue la semilla de todo el trabajo que hoy se hace en el campo de lo social.
¿Qué pastoral has desarrollado a lo largo de tu vida? ¿Qué misión te gusta más llevar acabo?
Gracias al ejemplo del salesiano Pepe González, al que considero como un padre y al que conozco desde que tenía dos años, siempre he orientado mi servicio pastoral hacia el campo de la exclusión social.
He sido animador de grupos de fe, de oratorios y centros juveniles pero una vez que la experiencia de los primeros campos de trabajo en barrios marginales marcó mi trayectoria vital y mi formación ya orienté mi servicio siempre en este campo.
He participado durante años en el Campamento de Los Primeros y ya en Jerez he trabajado como monitor en pisos para jóvenes extutelados, como educador de calle con personas sin hogar y los últimos cinco años antes de asumir la coordinación provincial como voluntario de prisiones, trabajando con los jóvenes del modulo 7 de Puerto III, probablemente la misión que más me ha enriquecido en mi vida.
A ello debo sumar el servicio a mi familia numerosa y por supuesto a la Asociación a la que siempre he servido animando tres grupos de aspirantes y formando parte de los consejos locales de Jerez y San José del Valle y ahora como coordinador provincial.
¿Qué es lo que más te gusta de la Asociación?
Pues me encanta ver cómo está compuesta por personas maravillosas, muy diversas, pero todas con un gran corazón salesiano. Somos gente de fe profunda, de compromiso social, alegre y dinámica. Somos luz y vida. Me siento muy afortunado por formar parte de esta familia.
Como Coordinador provincial has llevado adelante iniciativas en la vida asociativa de la Provincia María Auxiliadora. Cuéntanos algunas, las que más te hayan gustado o que mejor resultado hayan dado.
La verdad es que han sido años preciosos. Yo parto de la rica herencia de mis predecesores José Javier y Manolo y de todos los que anteriormente fueron coordinadores en las dos provincias de Sevilla y Córdoba. He tenido el lujo, además, de contar con dos Consejos provinciales que han sido dos familias de personas entusiastas y trabajadoras.
Yo voy poniendo ideas sobre la mesa, soñando, pariendo locuras y ellos me van impulsando, modulando, me ponen sobre la tierra. De estos años me quedo con la dinámica de trabajo, con los lemas (#Unidossiempre, #Salalmundo, #HaganLío, #Bienaventurando #UnAmorInfinito), los proyectos, los himnos, la Escuela Online, los encuentros de pin de plata, el Retolío, el aumento exponencial de nuestra presencia en redes sociales, los grupos de reflexión y el recetario Salalmundo, el hermanamiento con los SSCC de Togo, las peregrinaciones a Santiago, Turín y Roma, los coopetubers, el proyecto la caña, el proyecto de Historia y Fidelidad, el grupo de oración “En Cadena”, el marketing solidario que a tantas personas ha hecho bien y que ha llenado tantos hogares con nuestra imagen, las Asambleas de más de 400 personas con personas de primer nivel como Fano, Unai Quirós, Nico Montero, Los Mindundis, Mensajeros de la Paz, Ixcís, Carlos Sánchez de la Cruz, Esteban Velázquez, Olaizola.
Con especial cariño quiero destacar dos iniciativas: El Corolío y el Musical Getsemaní. Quiero destacar también todo el esfuerzo y la campaña que llevamos realizando en estos días de estado de alarma (conciertos, charlas, ejercicios online, colectas, artículos) por estar a la altura de nuestros hermanos y de las personas más vulnerables.
¿Qué se te queda en el tintero?
Me quedo con el sinsabor de no haber podido estar más presente en algunos centros locales. Son un total de 34 y es difícil llegar a todos. Somos casi 900 hermanos y hermanas y me hubiera gustado estar más presente en los momentos de dificultad o de gozo de cada uno de ellos. Se me quedan muchos proyectos y sueños por cumplir, pero ya me queda poco tiempo. Tengo la ilusión de poder compartir algunos de esos sueños con el nuevo Consejo que será elegido en 2021.
Tras, seis años como Coordinador Provincial: ¿qué ha supuesto para ti asumir este servicio a la Asociación? ¿Qué es lo que más te ha gustado a nivel personal? ¿y lo que más te ha costado?
Creo que este servicio es uno de los mayores regalos que Dios me ha hecho en mi vida y créeme que conmigo ha estado Grande. Me siento bendecido y afortunado. Me quedo con la acogida y el abrazo a los 140 aspirantes que han hecho la promesa en estos años, con la complicidad y el apoyo de mis Consejos, con tantas historias personales de hermanos que me han confiado sus problemas, con el ambiente fraterno de nuestros encuentros, con los viajes, con la alegría.
También ha habido muchos momentos de soledad e incomprensión, muchas espinas, pero no han podido ensombrecer unos años que nunca olvidaré. En la próxima asamblea recibiré si Dios quiere el pin de plata y con ella comenzaré un nuevo servicio, y volveré a los jóvenes en la cárcel, en la calle o donde Dios me lleve.
Muchas gracias José Ramón, por compartir con nosotros esta experiencia. Un abrazo.
Usamos dos balanzas: una para pesar nuestras comodidades con la mayor ventaja posible,
y otra para apreciar las del prójimo con la mayor mezquindad que nos asea consentido
(San Francisco de Sales)
Apenas la gente del mundo se dé cuenta de que quieres seguir la vida devota,
harán llover sobre ti mil chanzas y murmuraciones
(San Francisco de Sales)