Isabel Pérez Sanz, fma
Dice el PVA/E (art.16): “Los salesianos cooperadores se sienten íntimamente solidarios con la sociedad en la que viven y en la que están llamados a ser luz, sal y fermento. Creen en los recursos interiores de la persona. Comparten los valores de la propia cultura y se comprometen para que sea guiada por el humanismo cristiano”.
Ser sal, luz y fermento en esta nuestra sociedad tan compleja, de guerra y desastres naturales. Nos sentimos limitados pero con el ardiente deseo de transformar la realidad, aunque sólo podamos expresarla con la presencia callada y orante, al estilo de María, que estuvo al pie de la cruz de Jesús, permaneciendo confiada, serena, esperanzada.
Para preservar a los niños y los adolescentes de hoy de las consecuencias más catastróficas, los líderes de las Iglesias, el Papa Francisco, el Patriarca de Constantinopla, Bartolomeo y el arzobispo de Canterbury Justin Welby divulgaron el Mensaje conjunto para el cuidado de la Creación, llamando a la sostenibilidad ambiental. (7-IX-2021)
Y podría parecer que tiene poco que ver, con nuestra vocación solidaria de SSCC, sin embargo es imprescindible que todos entremos en una dinámica de transformación, porque las consecuencias inmediatas de las catástrofes ambientales a menudo recaen sobre las personas más pobres, que han tenido menos responsabilidad en causarlas. “Los desastres atmosféricos y naturales extremos de los últimos meses nos revelan nuevamente con gran fuerza y con un gran costo humano que el cambio climático no es sólo un desafío futuro, sino también una cuestión de supervivencia inmediata y urgente”.
Piden, que como “colaboradores de Dios” (Gn 2, 4-7) asumamos la responsabilidad de sostener el mundo: “La actual crisis climática dice mucho de quién somos y de cómo tratamos lo creado por Dios”. En esta afirmación se encuentra el principio de la ecología integral, expresado en la Laudato si” (LS Cap. 4), que pone en relación la dimensión ecológica, con las dimensiones humanas y sociales.
«A menudo oímos hablar de jóvenes que entienden que su futuro está amenazado. Por su bien, debemos elegir comer, viajar, gastar, invertir y vivir de manera diferente, pensando no sólo en los intereses y las ganancias inmediatas, sino también en los beneficios futuros”.
Como noticia de Familia: en el marco de los 150 años de la Fundación del Instituto, las Hijas de Mª Auxiliadora celebran hasta el 24 de octubre el CG XXIV, un «tiempo fuerte de reflexión y de orientación para una búsqueda comunitaria de la voluntad de Dios» (C.135), escuchando atentamente la Palabra: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5), y discerniendo con corazón libre y disponible las llamadas de Dios.
En su preparación han colaborado las FMA, comunidades educativas, laicos y jóvenes de la Familia Salesiana. En el mismo se realizará la elección de Madre general y de su Consejo. En el aula capitular 172 hermanas de los cinco continentes, viven el encuentro desde el diálogo, la oración, la fraternidad y la celebración.