Eusebio Martínez Aguado, sdb
«Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?» (lc 11, 9-13).
Vivir la vida desde la fe cristiana consiste, entre otras cosas, en mantener un corazón lleno de confianza en el cuidado paterno-materno de Dios hacia todos nosotros. Desde la Palabra de Cristo, tenemos garantizada la presencia del Espíritu… si lo pedimos: ¡Cuánto más… dará el Espíritu a los que se lo pidan! Se trata de la lógica de Jesús, enviado del Padre, y trasmitida a todos nosotros, hijos en el Hijo. Esta seguridad de la presencia del Espíritu llena, repuebla, renueva la faz de la tierra. Una parte de esa faz de la tierra es lo que el Papa Francisco, en la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, llama “Evangelizadores con espíritu” (cf. EG 259-288).
¿Existe, entre nosotros, el peligro de ser evangelizadores autosuficientes, sabelotodo, autorreferentes, con poco o nada de Espíritu? Un examen de conciencia individual y comunitario sobre este tema no viene mal. El PVA, refiriéndose al compromiso apostólico, dice que el salesiano cooperador, radicado en Cristo, vive y da testimonio de una vida según el Espíritu como fuente de alegría, paz y perdón (cf. PVA/E 7). El ser portador a nuestro mundo, a los jóvenes, de un mensaje de alegría, paz y perdón supone uno de los motivos de más grande satisfacción para cualquier cristiano, salesiano, cooperador.
Indico sólo unas afirmaciones del Papa que iluminan y ensanchan el corazón:
- Evangelizadores con Espíritu quiere decir que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo; que oran y trabajan.
- La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido.
- El Evangelio nos propone la amistad con Jesús y el amor fraterno
- El verdadero misionero sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él.
- Una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence.
Más que seguir poniendo citas del Papa sobre este tema, invito a leer este capítulo quinto de la Exhortación.
Por ahora, a nosotros nos queda la alegría de que seremos evangelizadores con Espíritu si pedimos ese Espíritu a Dios nuestro Padre: «¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?» (lc 11, 9-13).