Mónica Domingo Martínez

Continuando con el ciclo de entrevistas a nuestros delegados y delegadas en este mes le toca a Eusebio Martínez, SDB, delegado regional para los Salesianos Cooperadores.

¡Hola Eusebio! Primero, y por si hay alguien que no sabe de ti: ¿puedes presentarte?
Soy el menor de seis hermanos. Nací en San Cebrián de Campos, provincia de Palencia. Soy salesiano desde el 16 de agosto de 1963, y sacerdote desde el 22 de abril de 1973. Desde mi ordenación sacerdotal he vivido en Astudillo (10 años), Valladolid (6) León (25) Burgos (6). Ahora estoy en Atocha-Teologado desde el año 2020.

¿Desde cuándo eres nuestro Delegado regional? ¿Qué supuso para ti cuando te solicitaron este servicio a nuestra familia?
Desde septiembre del 2020. Sorpresa: cuando don Juan Carlos Pérez Godoy me llamó por teléfono y me propuso esta encomienda, me quedé sorprendido.

Es verdad que conocía desde fuera lo que eso llevaba consigo: fui varios años delegado Inspectorial (ahora provincial) de los Salesianos Cooperadores; pero el cargo en el ámbito Regional es distinto y supone otras preocupaciones de más calado. Mi respuesta fue un “si” desde estas tres perspectivas:

  • Dios siempre se hace presente con su luz y fuerza. Es muy sabido lo de “no llama a los formados, sino forma a los llamados”.
  • La riqueza vivida como delegado en los años anteriores. Han sido muchos años de vivencias personales, vocacionales, muy profundas y gratificantes.
  • Aportación, fruto de agradecimiento, a la Familia Salesiana en la realidad del grupo de Salesianos Cooperadores. Lo mucho recibido se convierte en motivo de respuesta afirmativa.

Ahondando un poco más en este servicio, tu misión entre los SSCC: ¿tiene algún “eco”, alguna incidencia en tu comunidad? ¿Compartes con ella tu ser Delegado regional?
Mi comunidad, “Madrid-Telogado”, está compuesta por 18 hermanos salesianos; doce se preparan para el sacerdocio. En la comunidad hay información de las encomiendas que cada uno lleva adelante. Además de informar de las distintas actividades, trato de trasmitir la gran riqueza, en la Iglesia, de la Familia Salesiana y en concreto la vivencia de salesiano cooperador. Ser delegado es un compromiso de animación de la espiritualidad y del carisma y espíritu de Don Bosco.

¿Existe alguna relación entre tu “ser consagrado” en la Iglesia, en la FASA y ser Delegado de los SSCC de la región?
Aunque suene a tópico “esa es una buena pregunta”.

La vida consagrada es un don “divino que la Iglesia recibió del Señor y que con su gracia se conserva perpetuamente”. No forma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia, pero sí pertenece “de manera indiscutible a su vida y santidad”. Los salesianos consagrados tratamos de vivir, desde la cercanía, esta realidad en la Familia Salesiana con el testimonio de nuestra vida que puede y debe atraer eficazmente a los demás a cumplir con alegría vocacional sus propios deberes como cristianos, como miembros de cada uno de los grupos de Familia Salesiana.

Ser Delegado de Salesianos Cooperadores es contribuir a que, en complementariedad de vocaciones, el carisma salesiano se viva potenciando los valores específicos de la condición secular. El Rector Mayor en el Aguinaldo de este año nos invita a los “consagrados en la Familia Salesiana a ser levadura en la masa del pan de la humanidad”. ¡Todo un reto, un compromiso y una alegría!

¿Qué aspectos positivos destacarías, desde tu ser Delegado, de nuestra región? ¿Qué debilidades observas?
Aspectos positivos: alegría vocacional; necesidad de formación; generosidad, a veces, enorme; alegría de compartir, espíritu de familia.

Debilidades: Dos aspectos:

  • Sentido comunitario. En el proceso de crecimiento autonómico en la Iglesia y en la Familia Salesiana es necesario reavivar cada día el sentido comunitario en todos los ámbitos: eclesial, parroquial, Familia Salesiana, Centro local, grupo.
  • Profundidad espiritual: la continuidad se garantiza desde una espiritualidad seria, profunda, humilde. Una autonomía bien entendida debe llevar a aprender y compartir el deseo de una espiritualidad sólida que se vive no tanto desde la cantidad como desde la calidad en la vida ordinaria. Debe ser compromiso individual y comunitario.

Y para acabar ¿qué mensaje quieres transmitir a nuestra asociación?
En primer lugar, el agradecimiento a Dios por esta misión. Los Salesianos Cooperadores tienen mucho y bueno que aportar en este momento a nuestro mundo, a nuestra Iglesia, a nuestra Familia Salesiana.

Esto lleva consigo una mirada, desde Dios, a nuestro mundo, y una mirada, desde la realidad concreta, a nuestro Dios: La Gracia de la Unidad. Como delegado, me siento a gusto en este proceso.

También los Delegados andamos en procesos de crecimiento: estamos viviendo ya lo que supone la Escuela de Delegados a celebrar desde el 19 al 22 de julio de este año en El Escorial. Deseo una abundante participación. Y a los Salesianos Cooperadores que nos ayuden con su amistad, oración y colaboración.

Muchas gracias, Eusebio.

Sigamos avanzando sin miedo junto a la Iglesia de nuestro tiempo
(Gerardo Villalonga)

Es importante seguir profundizando en el Sagrado Corazón de Jesús
(Bernardito Auza)