Laura Sánchez Carretero

Muchas veces da la sensación de que los movimientos en la Iglesia nos desunen más que unirnos; “yo es que soy de salesianos”, “es que en jesuitas lo hacemos de esta manera”, “pues en la diócesis las cosas no funcionan así”, y un largo etc.

Y, de repente, aparece Hakuna; un movimiento que se siente “forofo de todos”, que quiere que seamos “todos uno, como el Padre y tú sois uno”.

En la JMJ de 2013 nace Hakuna, definido por el Papa Francisco como “una familia eucarística”. Familia que, unida a Cristo, comparte un estilo de vida.

En Hakuna crean espacios de vida en los que contagian la Vida. Disfrutan de todo -aun de lo que el mundo desprecia- porque todo es bueno, y así glorifican a Dios. Desean colaborar con el Espíritu para transfigurar todas las realidades. Tienen el empeño de vivir con alegre cara de resucitados. Quieren hacer de la vida una fiesta, y hacer de las fiestas momentos de vida.

Se expresan habitualmente con música: viven lo que cantan y cantan lo que viven. También con música quieren recordar al mundo la belleza de la vida, y mostrar la belleza de Cristo.

Y parece que lo consiguen. Cada vez llegan a más y más jóvenes (y no tan jóvenes), llegando incluso a dar conciertos en el Palacio de Vistalegre de Madrid, donde lo llenan de jóvenes que cantan con fervor las canciones como si estuvieran ante los cantantes más top del momento encima del escenario. Cantan a Cristo, al Espíritu y a la Virgen con una alegría que, a veces, cuesta encontrar en el día a día.

En las redes se están extendiendo como la espuma, sobre todo en Instagram, donde tienen varias cuentas, a cada cual mejor: @hakunagroupmusic con más de 54.000 seguidores y @behakuna con más de 63.000 son las más influyentes a días de hoy.
En Spotify han llegado a estar en el top de los más escuchados en España, incluso en el primer puesto, con su canción Huracán.

En Hakuna no solo cantan y rezan cantando, tienen muchas más iniciativas y proyectos, por ejemplo, las Horas Santas; hay en muchas ciudades de España y empieza a haberlas por el resto del mundo, os invito a buscar una que os venga bien, que quede cercana y os paséis un rato. Es alucinante ver a tantos y tantas jóvenes rezándole a Cristo, arrodillados ante Él con tanto fervor y pasión. Muchas veces comparten una pequeña charla primero, las cuales también merecen mucho la pena.
Tienen escapadas, en los que salen un fin de semana y donde se juntan muchísimos jóvenes de diferentes movimientos y realidades, sobre todo, para compartir juntos el Amor a Dios. También cuentan con “revolcaderos”, como ellos los llaman, grupos de fe en los que quedan a cenar o a tomar algo mientras comparten Vida y se acompañan unos a otros a seguir a Cristo; entre otras muchas iniciativas que puedes ver en su web: http://www.behakuna.com

Para estar con Hakuna no necesitas ser de Hakuna, si no ser de la Iglesia y querer seguir a Cristo.

Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad,
con gozo y con paz, esto es amor
(Santa Teresa de Jesús)