Roula Rakhtwan Elías

Con la mirada hacia la meta, hacia Jesús, con un profundo testimonio de Fe, se celebró durante tres días, 19, 20 y 21 de enero, la feria Diocesana «Lux Mundi» en Alicante, donde la asociación de Los Salesianos Cooperadores estuvimos invitados.

Fue un acto lleno de valor, agradecimiento, alegría, oración, esperanza e ilusiones que miran hacia Dios, hacia el futuro. Fue también momento de colaboración, de armonía y de trabajo de todos los miembros, ambientes, asociaciones de laicos que formamos parte de esta gran familia, la Iglesia Católica.

Los hermanos de la Asociación de Salesianos Cooperadores, nos reunimos y organizamos nuestra participación en un ambiente de paz, alegría y oración, donde agradecimos al Señor por tantos años de compromiso y dedicación con el corazón puesto en la vocación y nuestra misión.

Como oficiante de excepción, pues así la ocasión lo merecía, nos acompañó el Alcalde de Alicante y el Alcalde de Elche, el Obispo de Orihuela-Alicante don José Ignacio Munilla Aguirre que, junto a cientos de sacerdotes, bendijeron nuestra labor. Sus voces se convirtieron en varios actos de celebración, eucaristía, procesión, misa y conciertos extraordinarios reflejando en la oración y en la música lo bonito que tiene el alma.

No solo durante los tres días de la feria, sino ya desde las primeras reuniones de coordinación, los lazos de unión, de prosperidad y de fe que compartíamos se han reforzado de la forma más sincera y auténtica.

Nuestra Familia Salesiana es más familia que nunca y nuestra casa es nuestra iglesia donde podemos crecer, aprender y celebrar la vida.

Muchos fueron los que pasaron por nuestro stand, compartiendo, conociendo y descubriendo la vida de esta rama de la Familia Salesiana, que Don Bosco ya soñó para que su carisma siguiera vivo también entre los seglares.

De toda la experiencia compartida este fin de semana, nada podría resumirlo mejor que las propias palabras que nos transmitió el Obispo en sus homilías:

  • Baila como si nadie te estuviese mirando.
  • Ama como si nunca te hubiesen herido.
  • Trabaja como si no necesitaras dinero.

Con ello nos dejó muy claro qué es ser un buen cristiano y que al cielo se llega en equipo.

Gracias por permitirme compartir con vosotros mi humilde reflexión.

El progreso es la superación de todas las dependencias hacia la libertad perfecta
(Benedicto XVI)