Benigno Palacios Plaza
“Yo soy la Puerta; el que por Mí entra, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos”. (Jn, 10, 9)
Querido hermano:
En estos días de Año Nuevo, en el que parece que todos somos más felices y dedicamos más tiempo a los demás, también, es muy frecuente, hacer un listado de buenos propósitos. Me vas a permitir que te proponga algo para que lo pongas en acción. Pero antes te hago una pregunta relacionada con mi propuesta: ¿Qué ves cuando miras a través de Dios? ¿Qué observas con los ojos de Jesús?
Nuestra hermana Noemí, antigua coordinadora mundial nos lo contesta con estas palabras: “…están a la espera, con creciente ansiedad, de una respuesta concreta…”.
El papa Francisco nos da una lista: mujeres excluidas en razón de su sexo, raza o situación socioeconómica, jóvenes que reciben educación de baja calidad y que no tienen oportunidades, pobres, desempleados, migrantes, desplazados, campesinos sin tierra y personas con empleos informales, personas con capacidades diferentes, ancianos excluidos, indigentes.
Posiblemente estarás pensando que qué tiene esto que ver con mi propuesta. Pues aquí va: Deseo, te propongo, que sufras una fuerte conmoción. Y no solo en el corazón. Eso no sirve si se queda ahí. Espero que sufras una fuerte conmoción que te impida instalarte en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres.
Sí. Te invito a que te propongas salir realmente de ti mismo cuando miras la realidad a través de Jesús. Pues Él es una puerta de salida que nos trasmite la angustia de los que no tienen la tranquilidad de estas fiestas, ni ahora, ni en ningún momento. Él es una puerta que nos permite ver el extenso “pasto” de misión que tenemos ante nosotros.
Seguramente conoces a prójimos incluidos en la lista que incluyo un poco más arriba. La enumeración es vasta, tal vez desalentadora, sin embargo, recuerda que la esperanza cristiana, nos pide salir de la tranquilidad de nuestros templos “para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte”. ¡Hay tanta necesidad de llevar la presencia viva de Jesús misericordioso y lleno de amor!
En estos días, releyendo nuestro PVA, me he dado cuenta de algo muy curioso: cuando en nuestro PVA habla de cómo debe actuar el salesiano cooperador, siempre utiliza verbos en presente: realizan, desempeñan, colaboran, viven, defienden, sostienen; y no en futuro o en condicional. Es decir, las periferias de las que habla Francisco y que te propongo, querido hermano salesiano cooperador, te están pidiendo que actúes y que no te quedes solo en buenas intenciones.
¿Serás capaz, aunque sea solo un poquito, de sentirte incómodo movido por los pobres que te rodean? Dejo algunas referencias de nuestro PVA para que reflexiones y reces sobre este tema:
- Presentación de Noemi Bertola.
- PVA/E 2.2.b. Sentirse llamados a una misión.
- PVA/E 30.1. Dispuesto al servicio de la misión de la iglesia viviendo con autenticidad el carisma salesiano.
- PVA/E 8.5. Sosteniendo la actividad misionera de la iglesia y apertura al diálogo de culturas.
- PVA/E 7. f. Justicia para construir un mundo más fraterno.
- PVA/R 3.2. Promoviendo la solidaridad con los pueblos en vías de desarrollo, la justicia y la paz.
La oración es el lugar de lo absoluto, el lugar de Dios
(Don Viganò)