Boletín 599, marzo 2016
Compartimos el artículo que se publicó en nuestro boletín número 595 de noviembre de 2015 en la sección «desde la SER» bajo el título «El PVA: ¿es importante para mi formación?» de Benigno Palacios.
En este mes de noviembre, en que recordamos a Mamá Margarita, primera formadora y acompañante de la fe de Don Bosco, el objetivo que se persigue con estas líneas es destacar el hecho que se desprende de nuestro PVA, la formación de todo Salesiano Cooperador es una expresión de amor y una forma de fidelidad a la vocación a la que es llamado. Este objetivo no debe ser solo tenido en cuenta sino también interiorizado, asumido y realizado
En la exhortación” Christifideles Laici”, en su artículo 59, se puede leer la siguiente afirmación que, por si sola, podría darnos para algún que otro diálogo: “En el descubrir y vivir la propia vocación y misión, los fieles laicos han de ser formados para vivir aquella unidad con la que está marcado su mismo ser de miembros de la Iglesia y de ciudadanos de la sociedad humana”.
Es entonces cuando me formulo la siguiente pregunta; ¿Cuáles son los lugares y los medios de formación que los Salesianos Cooperadores, como fieles laicos, aprovechamos de manera consciente? ¿Qué nos dice nuestro PVA a este respecto? Muchas cosas. Recordemos algunas.
Podemos encontrar en nuestro artículo 29.1 en el Estatuto que “el Salesiano Cooperador es el primer responsable de su propia formación”. Esto quiere decir que tenemos el deber de esforzarnos en analizar nuestras capacidades personales y tratar de desarrollar aquello que hacemos bien pero también tratar de mejorar en aquello que no somos tan diestros. Cuántas veces, ante un reto que se nos presenta, hemos dicho “es que yo no soy capaz”, “es que no se me da bien”. Como es lógico, la Asociación y el PVA, no te dejan sin apoyo ante tu posible necesidad de formación.
En el artículo 29.2 del Estatuto te recuerda que desde el mismo Centro local y a través de salesianos cooperadores y delegados cualificados se no dan oportunidades de formación tanto individuales como grupales, sugiriéndote lecturas o experiencias o, incluso, planes formativos más o menos largos. Sería bueno que te preguntases ahora, al principio de curso, ¿cómo participas en la elección de la formación que se imparte en tu centro o incluso en la elaboración te temas y planes formativos para otras personas de tu Centro?
Igualmente a través de los Consejos provinciales, se proponen y fomentan diferentes iniciativas formativas que responden a la necesidad que exponen los salesianos cooperadores de cada provincia, según se desprende del artículo 25.1 del Reglamento. Me consta que hay propuestas de gran calibre y que se están acogiendo por los centros y obteniendo buenos frutos en su desarrollo. En este sentido recuerdo la propuesta de seguimiento en la Formación Inicial de la provincia de María Auxiliadora o la propuesta y soporte doctrinal para la Formación Permanente de la provincia de San Juan Bosco.
La tercera cuestión que te ofrezco es si conoces la propuesta de formación de tu Consejo provincial y en qué medida la haces tuya. Por supuesto que todas aquellas iniciativas personales que el Cooperador ponga en marcha no son alternativas a las propuestas externas que reciba de la Asociación sino que son complementarias y deben ser inseparables entre sí.
Espero que con estas tres preguntas os haya abierto no solo la curiosidad sino las ganas de reflexionar y compartir durante este mes.
¡Hasta pronto!
Haz como Dios y hazte hombre
(Monseñor Franz Kamphaus)