Amparo Picó Casanova
Los que lo conocéis ya sabéis el ambiente de silencio que los enmarca, sólo roto por el ruido del agua y las chicharras, que nos dicen el tiempo en el que estamos.
Este año el predicador ha sido Manel Bellmunt y el tema que hemos tratado El Encuentro con Jesús. A lo largo de cuatro días hemos reflexionado sobre la necesidad de quietud y escucha de la Palabra, sobre todo del Nuevo Testamento, donde encontramos el modelo de vida de Jesús tan actual en nuestros días como lo fue en su tiempo y que tenemos que traer y poner en práctica en muestra vida hoy. La Misericordia de Jesús ha sido el hilo conductor a través de las parábolas reflexionadas.
Uno de los momentos más significativos para la mayoría de los asistentes fue el día dedicado a la reconciliación, en el que fuimos conscientes de la gracia del perdón gratuito a través de la mirada amorosa del Padre. El acento se puso en el Perdón gratuito regalado, no en el proceso de culpa. Nuestro camino en la vida está plagado de situaciones en las que podemos ir cayendo y levantándonos, pero Jesús siempre confía en nuestra mejor versión: no mira al pasado, sino que se proyecta en el futuro.
Y como en todo ambiente salesiano, cada día celebramos nuestras Buenas Noches en las que hacíamos balance del día y teníamos momentos de convivencia y puesta en común. Incluso pudimos celebrar un día 24 dedicado a María ya que coincidió en la programación.
También tuvimos la oportunidad de compartir una tarde con las hermanas cistercienses: transmiten paz y serenidad, sobre todo, de las vivencias que compartieron con nosotros se extrae el saber leer la vida siempre a través de los ojos del Evangelio: las señales de Dios pasan a nuestro lado y sólo una mirada educada en ello puede verlas.
Pero los EEEE no se acaban ahí, sino que nos hemos traído trabajo para este próximo curso, porque así lo ha querido Manel: todas las personas somos sagrarios vivos. Dios nos quiere como somos y espera de nosotros nuestra mejor versión. Con esta perspectiva, salgamos al mundo y vivamos intentando ver en cada hermano esa joya que todos llevamos dentro.
Para los que no habéis estado en Buenafuente, os diré que es un pueblo entero dedicado a la contemplación, donde van personas de otros carismas con los que compartimos celebraciones y comidas. Quien quiso, además, pudo estar en las reflexiones de Manel. Pues bien, el carisma salesiano dejó huella en ellas por la frescura y alegría en el modo de vivir nuestra Fe. Gracias a todos los hermanos, SDB y SSCC, por mostrar ese modo seguir a Jesús y a Don Bosco. Gracias por los Ejercicios a Manel. Gracias por el don de la Fe.
Os esperamos el próximo curso en El Paular.
No hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida
(Juan Crisóstomo)