Mónica Domingo Martínez

Después de conocer a Darlene, ahora es el turno de Martín Calderón, Consejero mundial para la Región Interamericana.

Buenos días, Martín. Nos encantaría poder conocerte y saber un poco de ti. ¿Podrías hacer una breve presentación?
Mi nombre es Martín Calderón Vargas, salesiano cooperador desde el 15 de noviembre del 2003. Vivo en San José de Costa Rica, en América Central.

Soy ex-alumno salesiano, y anterior a ser salesiano cooperador estuve 10 años participando en el Movimiento Juvenil Salesiano, y realicé una experiencia de voluntariado misionero en 1997, en las misiones indígenas qeqchíes en Alta Verapaz, Guatemala.

De profesión soy ingeniero en electrónica y trabajo para la compañía estatal de telecomunicaciones y electricidad de Costa Rica.

¿Qué supone para ti ser miembro del Consejo mundial?
Es un don de Dios. Él, que me ha llamado a una vocación, me ha llamado a compartirla y aprender más de la Asociación, para crecer y compartir, y poner, una vez más, mi vida al servicio de Él y su Reino. Es una oportunidad formativa inmensa, al conocer más en profundidad elementos importantes y fundamentales de la Asociación a nivel mundial, y con ello una gran responsabilidad de poner los dones recibidos al servicio de esta y la juventud.

Estar en el Consejo mundial te permite tener una amplia visión de tu Región. ¿Qué nos dirías para poder conocerla?
La Región Interamericana es una gran región (22,1 millones km2, 9 provincias, 13 países, 3 idiomas), no solo en extensión, sino en la calidad humana, cristiana y salesiana de los miembros de la Asociación, que se comprometen para vivir la vocación y misión salesiana en medio de una gran diversidad social, económica, cultural, política, familiar, etc. Tenemos países de primer mundo como lo son Canadá y Estados Unidos, pero también países con grandes dificultades de toda índole, como Haití, Cuba, Nicaragua.

Esta situación convierte a nuestra Región en un camino constante de migraciones, de los países latinos, hacia los del norte, buscando mejores condiciones de vida; lo cual no excluye a salesianos cooperadores que deciden dejar su vida en su país de origen. Una Región con grandes problemas de pobreza, y de narcotráfico; pero con salesianos cooperadores dispuestos y comprometidos ante esta realidad, para llevar a Dios a los jóvenes, en medio de las dificultades. Miembros de la Asociación con iniciativa y fortaleza que, con amor a Dios y a los hermanos, desarrollan actividades apostólicas, y obras propias en bien de nuestros niños y jóvenes, grandes dificultades, suponen grandes desafíos y oportunidades de trabajo, misión y al Dios de amor en medio de los jóvenes.

Somos 153 centros, y alrededor de 2500 salesianos cooperadores.

También, desde el Consejo mundial, tienes la suerte de tener una visión mundial de nuestra ASC. ¿Qué fortalezas y debilidades podrías darnos a conocer?
Una gran fortaleza de la Asociación es su extensión alrededor del mundo, ya que podemos trabajar por los jóvenes en medio de muchas y distintas realidades.

La diversidad de la Asociación, y su estructura flexible, permite que podamos insertarnos allá donde se requiere de nuestra presencia y compromiso.

Las estructuras organizacionales nos permiten también mantener la unidad asociativa, y no dispersarnos o separarnos, sino sentirnos una única Asociación en el mundo.

El compromiso de tantos salesianos cooperadores nos permite ser efectivos y significativos en nuestros apostolados, ser prontos a colaborar y a llevar a Dios de diversas maneras.

La formación y el discernimiento vocacional, más que una debilidad, son un reto constante para tener salesianos cooperadores convencidos y seguros de la opción de vida que han asumido.

Una debilidad es el actuar con eficiencia y eficacia pronta ante la diversidad de ideologías y retos que el mundo nos propone; así como la unión fortalecida entre nosotros mismos, y todos con la Iglesia, para ser esas cuerdecillas unidas que nos refería Don Bosco.

Otra cuestión que también llama nuestra atención es conocer qué visión percibes, desde fuera, de la Región Ibérica.
La Región Ibérica es grande en compromiso e iniciativas apostólicas, con una gran organización interna gracias a salesianos cooperadores que se han entregado y han permitido caminar con pasos sólidos a lo largo de los años.

Su inquietud apostólica no solamente le permite llevar adelante proyectos internos, sino apoyar con gran entusiasmo a otras necesidades que se presentan, lo que refleja un alto sentido de pertenencia a una Asociación mundial, pero sobre todo a la respuesta misionera general de todo cristiano de evangelizar.

Es fuerte y proactiva en iniciativas formativas, facilitando con profesionalidad materiales, medios y espacios propicios para profundizar en nuestra vocación salesiana.

Por último, estamos inmersos en la preparación de nuestro 150 aniversario. Desde tu ser Salesiano Cooperador, ¿qué mensaje nos darías?
Nos encontramos en un camino de preparación hacia el 150 aniversario de la Asociación, a lo largo de propuestas de acción concretas reflejadas en el lema de este caminar: Recordar, Renovar, Relanzar; Un sueño, Una promesa, El futuro. Estas acciones y elementos debemos vivirlas, reflexionarlas y fortalecerlas en profundidad, de tal manera que, en ello, podamos alcanzar el año del 150 aniversario con una vocación fortalecida, un sentido de pertenencia y compromiso consolidado, y una Asociación abierta a los jóvenes como protagonistas, no solo como destinatarios.

Debemos llegar a esa fecha estando más cerca de nuestro Señor, creciendo en santidad, como nos lo indica el PVA. Así que los animo a ello, desde un punto de vista personal, pero también comunitario, a hacer vida el lema con sus acciones, y en ello, hacer la voluntad de Dios, y el sueño de Don Bosco para nosotros, en la Iglesia y en el mundo.

Muchas gracias, Martín, por tu colaboración.

Recibe lo que es tuyo y da al prójimo lo suyo
(Divisa de Felipe II)

La desgracia no quebranta al hombre valiente
(Provervios)