Lourdes Rojo Pol
Hablar de fidelidad en estos tiempos ¿cómo que no está de moda? Hermanos, pues los Salesianos Cooperadores hemos aprobado en la Consulta Regional de junio de 2019 un documento denominado así: “CRITERIOS PARA EL RECONOCIMIENTO DE LA FIDELIDAD”.
¡Toma! No solo damos un paso adelante hablando de la fidelidad, sino que además hablamos de los criterios para reconocerla fraternalmente. Saco algunas frases del documento para poneros los “dientes largos” y que os animéis localmente a compartirlo, conocerlo y rezarlo:
- “…somos conscientes de que todos iniciamos el camino con ilusión, pero luego el día a día y las dificultades que presenta la vida asociativa minan nuestras primeras expectativas como SC.”
- “…tras 25 años de vivencia y pertenencia de un SC a la Asociación, a través de su centro, tomamos consciencia de la importancia de la comunión entre hermanos SSCC.”
- Art.21 PVA/E: Hermanos y hermanas en Don Bosco. “La vocación apostólica común y la pertenencia a la misma Asociación hacen a los SSCC hermanos y hermanas espirituales…”
- “Es compartir, unidos en un solo corazón y una sola alma, la alegría de vivir a lo largo del tiempo la comunión fraterna con los vínculos característicos del espíritu de Don Bosco.”
Voy a pararme en cada uno de ellas dando mi propia lectura:
- Somos conscientes de las dificultades, dificultades que padecemos todos, la vida cambia mucho y en 25 años pueden suceder mil cosas. Podemos vivir experiencias que nos fracturen personalmente y espiritualmente. Y ahí es donde salto a la segunda frase que he entresacado del documento.
- A través de su centro que es quien vela, acompaña, discierne, reza, estimula o llora con cada uno de nosotros. Pero puede suceder que como centro local también hayamos pasado por dificultades. El centro es la comunidad de referencia que cualquier hermano o hermana SC necesita para vivir. Por tanto es también el lugar, el corazón donde se hace consciente la fraternidad, la comunión entre los hermanos.
- Hermanos y hermanas en Don Bosco. Me viene a la cabeza la imagen evangélica de la barca donde están todos los discípulos y Jesús, agitada por las aguas bravas. Somos una vocación apostólica que nos hace hermanos y hermanas en una misma barca, con una misma misión, con un mismo corazón latiendo apostólicamente por nuestras opciones carismáticas.
- Celebrar 25 años del “SÍ” vocacional de un hermano o de una hermana es una oportunidad para que en cada circunstancia tome sentido lo vivido:
- Es una oportunidad de celebrar el regalo y la alegría de la donación personal.
- Es una oportunidad para acercar y encaminar situaciones determinadas de hermanos.
- Es una oportunidad de promover nuestra vocación y hacernos visibles.
- Es una oportunidad para reencontrarnos con hermanos o hermanas que han estado algo lejos por circunstancias personales y locales.
- Es una oportunidad para una gran fiesta, donde el Evangelio, la Comunión y el carisma son los elementos que nos hacen ser luz, esperanza, camino, entre nosotros y para otros.
- Es una oportunidad incalculable de posibilidades donde el centro y la provincia pueden dar calor y revitalizarnos a todos, rejuveneciendo nuestra vocación con este reconocimiento a la fidelidad.
Bueno, casi nada. En mi Centro local este años hemos celebrado la primera fiesta a la fidelidad de un hermano, 25 años de su promesa. Primero lo hicimos en el contexto del Encuentro Provincial, en la Eucaristía dominical. Y luego como los de Barakaldo somos así, hicimos una fiesta con un super pin de gomaeva.
Lo importante es arrancar sonrisas y lágrimas que nos hacen ensanchar y encoger el corazón porque la fraternidad va de esto, de QUERERNOS hasta el infinito y más allá.
Cualquier situación de amenaza alimenta la desconfianza y el repliegue en la propia condición
(Mensaje del Papa Francisco para la LIII Jornada mundial de la Paz 2020, 1)