Boletín 280, abril 1987
Compartimos la noticia publicada en la página 16 de nuestro boletín número 280 de abril de 1987 sobre qué es y qué no es ser salesiano cooperador. ¿Sigue estando en actualidad?
¡Así, no!
- Los SDB y FMA son los responsables del proyecto salesiano. El Cooperador salesiano les ayuda.
- CS es el que tiene una simpatía muy grande por Don Bosco: es casi un salesiano.
- CS es uno que tiene poco espíritu eclesial; pero tiene en mucho la “etiqueta” de CS.
- Esa persona es un Cooperador verdadero: “de hecho” trabaja muchísimo; ¿Qué necesidad hay de que haga la promesa?
- Es una buena persona, trabaja mucho; vamos a darle el diploma de CS.
- El CS vive una espiritualidad caso como un SDB o una FMA.
- CS es el que no falta a ninguna reunión y está mucho tiempo en la Iglesia.
- El Centro de Cooperadores funciona bien: el Delegado(a) piensa en todo. Los Cooperadores son unos entusiastas realizadores.
- Los CS son ya adultos: ¿qué necesidad tienen de SDB o de FMA?
- La Asociación de los Cooperadores es de los Cooperadores. Y además… tienen su Delegado (a).
- En la Parroquia, en el Oratorio, ya hay demasiados grupos que animar: no hay sitio para los Cooperadores.
- En primer lugar está el compromiso en la casa salesiana, después en la parroquia, y… por fin en la escuela, en el sindicato, en las estructuras del lugar.
¡Así!
- El Cooperador Salesiano es responsable del proyecto salesiano con los SDB y FMA.
- El CS es “verdadero salesiano en el mundo”, no solo por simpatía, sino por una opción de vida (vocación salesiana).
- Cuanto más salesiano es el CS, más se siente Iglesia. Cuanto menos se preocupa de lo específico salesiano, más empobrece a la Iglesia de un don suscitado por el Espíritu y reconocido por la Iglesia.
- Uno es CS porque “ha hecho la opción de vida salesiana” y no solamente porque “trabaja como un salesiano”. La promesa es el signo externo de la respuesta a la llamada de Dios.
- El CS hace una opción consciente y libre de vida salesiana. El trabajo es una expresión concreta de fe y amor a Dios y a los hermanos.
- El CS vive una espiritualidad salesiana propia: laica/secular.
- La “Iglesia” del laico/secular es el “mundo”; es aquí, en el afán cotidiano, donde el CS construye el Reino. La reunión periódica es una ayuda formativa.
- El Delegado(a) es un animador espiritual, corresponsable de la formación apostólica y salesiana. El CS es un cristiano adulto, apóstol responsable con ellos, pero no en el puesto de ellos.
- La presencia SDB/FMA ayuda a los Cooperadores a “saber caminar como adultos”. Las comunidades SDB/FMA acogen y promueven la Asociación de Cooperadores.
- Todo SDB/FMA es como Don Bosco: propone explícitamente, y pone en primer lugar, la vocación salesiana (sacerdotal, consagrada, laica)
- Los Cooperadores nos son un “grupo más”, son con los SDB/FMA animadores salesianos, corresponsables de la formación de los demás grupos.
- En la óptica laica/secular del posconcilio, lo primero es el compromiso de testimonio y de fermento evangélico en las “estructuras seculares”, después, el compromiso en las estructuras eclesiales y salesianas.
El primer anuncio se convierte en algo nuclear porque se encuentra
en el origen de nuestra vocación bautismal
(Luis Manuel Romero Sánchez)