Borja Pérez
En estas últimas semanas han tenido lugar dos de las propuestas que, organizadas desde el ámbito Regional, pretenden propiciar un espacio para compartir ideas y experiencias, formarnos y, en definitiva, seguir caminando juntos como Región.
Por un lado, la Escuela de Responsables de la Región Ibérica, que pretende ser una espacio donde todos los hermanos y delegados que desempeñen o vayan a desempeñar en el futuro algún servicio de animación o de formación, puedan intercambiar experiencias y adquirir nuevas competencias, dentro de un ambiente de trabajo colaborativo. En marzo se celebró la tercera sesión de esta segunda edición de la Escuela.
La otra experiencia que se ha llevado a cabo estas semanas es la de Corazones Arremangados, que es una propuesta de formación Online con carácter periódico. Como su nombre indica, el propósito de esta propuesta es poner a tono nuestro corazón para nuestra labor apostólica. Se viene celebrando desde hace dos años con periodicidad bianual.
En febrero tuvo lugar la primera sesión del año, dirigida por Yolanda Otal, hermana del centro de Barcelona-Meridiana, donde nos habló de la identidad del salesiano cooperador desde la Encíclica Fratelli Tutti. Unos 60 hermanos de la Región se conectaron a esta formación donde Yolanda nos hizo una lectura en clave asociativa de la Encíclica, ayudándonos a trazar caminos que hagan de nuestra vida asociativa una experiencia cada vez más fraterna.
Yolanda, partiendo de la invitación a todos los presentes a descubrir cómo está nuestro corazón y nuestra mirada en estos momentos, trazó una mirada a la Fratelli Tutti recorriendo todos los capítulos de ésta, describiendo qué nos dice la encíclica en cada uno de ellos e indicándonos ciertas claves para hacerla vida en clave asociativa. De esta manera nos invitó a descubrir las sombras de este mundo, a promover la cercanía y la cultura del encuentro, a pensar y gestar un mundo más abierto, con un corazón abierto al mundo entero, a promover la caridad social y política y el diálogo y la amistad social, y a recorrer caminos de reencuentro.
A finales de abril se habrá desarrollado una nueva sesión, a cargo de las hermanas del centro de Granada Esperanza y Gloria Lázaro, del Centro local de Granada, bajo el título “Camino de santidad: la vocación del salesiano cooperador desde la realidad personal y familiar.
Agradecemos a Yolanda, Esperanza y Gloria su colaboración en estas dos sesiones, y a Diego Quesada la coordinación de la propuesta.
En definitiva, dos bonitas experiencias para seguir haciendo vida nuestro Proyecto de Vida Apostólica como nos dice el Artículo 29 del Estatuto: “Los Salesianos Cooperadores son los primeros responsables de la propia formación humana, cristiana, salesiana y profesional”.
Déjame sólo aquel poco de mi con el que pueda llamarte mi todo
(Rabindranath Tagore)