Raúl Fernández Abad

Este mes de junio tenemos un momento muy importante para la Asociación en nuestra Región. Tenemos el V Congreso regional en donde vamos a llevar adelante tres aspectos muy importantes:

  1. Verificar el trabajo realizado en estos últimos siete años.
  2. Trazar las líneas maestras de los próximos seis años.
  3. Elegir al nuevo consejero de la Región y a la Secretaría Ejecutiva regional.

Tres aspectos diferentes en el que nos hemos involucrado, de diversa forma, en la Región.

Una primera reflexión que yo llevaría adelante es que si en el ámbito personal, de centro, de provincia he participado en este proceso.

Una segunda reflexión que haría es si las directrices que nos marca la Asociación desde el ámbito mundial, regional y provincial llegan a los centros locales y las tenemos en cuenta en nuestros proyectos.

Este esquema de objetivos de un Congreso (a cualquiera de los niveles) o en una Asamblea local está muy bien pensado y tiene una clara motivación.

En primer lugar revisamos lo que hemos llevado adelante y lo que hemos dejado atrás. Podemos ver nuestro grado de cumplimiento de lo propuesto, si son apartados que aunque los hayamos conseguido los debemos seguir profundizando…

A partir de aquí podemos programar nuestro camino próximo utilizando como referencia los objetivos de estructuras superiores, la revisión de los objetivos del año anterior…

Y luego (cuando toca) discernir sobre las personas que son más adecuadas para llevar adelante lo que nos hemos propuesto entre todos.

Este es un camino que nos marca nuestro PVA claramente (cf. artículos 27 y 28 PVA/R). Incluso nos define los periodos para cada apartado. No dejemos de llevar adelante esta parte del PVA que, aunque parece normativa, no lo es.

No lo es porque nos ayuda a estar en constante revisión y en constante actualización de hacia dónde queremos ir como Asociación y como persona.

¿Y por qué como persona? Es mi tercera reflexión que os animo a hacer vosotros y que os quiero comentar en este artículo.

Tengo la sensación que hablamos de la Asociación como si tuviera vida independiente propia y que debemos ver cómo trabaja y cómo lleva adelante sus propios objetivos. Y creo que la Asociación no es un ente con vida independiente sino que la Asociación es un ente que se nutre de nuestra vida.

¡Yo soy la Asociación! Y su objetivos son los míos. Mejor expresado: Mis objetivos confluyen con los de la Asociación. Mi proyecto de vida tengo que poder reflejarlo en el camino de evangelización de nuestra Asociación.

Cuando revisamos a la Asociación nos tenemos que, indirectamente ver reflejado en dicha revisión. No podemos preguntar ¿qué ha hecho la Asociación en este tema? sin preguntarnos primero qué hemos llevado adelante nosotros como personas, segundo como Centro, tercero como Provincia, cuarto como Región, quinto como Asociación en el ámbito mundial.

A partir de esta reflexión podemos analizar y valorar. Todo lo que hacemos nosotros repercute en nuestra Asociación porque nuestra Asociación es la suma de todos y cada uno de nosotros.

Si falta alguno en esta suma faltamos todos. Un fuerte abrazo y feliz verano.

No tengas miedo a la santidad. Llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó
(Gaudete et exsultate, Papa Francisco)