Mónica Domingo Martínez
En este mes, conoceremos a Blazka Merkac, consejera de Europa Central Este.
Nos encantaría conocerte y saber un poco de ti. ¿Podrías presentarte brevemente? Con mucho gusto. Vengo de un pequeño país europeo, Eslovenia. En mi familia nuclear soy la menor de cuatro hermanos: tengo dos hermanos mayores y una hermana. Como vivíamos en una parte del país donde no había universidad, me mudé a la capital, Liubliana, a los 19 años para estudiar pedagogía especial y de rehabilitación.
Desde los 11 años participé en programas organizados por las FMA, y más tarde, en Liubliana, me convertí en animadora con los Salesianos. Tras finalizar mis estudios, trabajé durante más de ocho años en la oficina de Pastoral Juvenil Salesiana, donde también fue madurando mi vocación como Salesiana Cooperadora. Hice mi promesa en febrero de 2014, junto con mis amigos.
¿Qué supone para ti ser miembro del Consejo mundial? Formar parte del Consejo mundial representa tanto una responsabilidad como un privilegio — una forma de servir a los hermanos y hermanas que me han sido confiados. Es un espacio donde descubro la riqueza de nuestras culturas, experiencias y perspectivas diversas, y al mismo tiempo siento una profunda conexión a través de nuestro carisma compartido. Este servicio no trata simplemente de cumplir tareas, sino de escuchar, construir relaciones y buscar maneras de estar más cerca de los Cooperadores en todo el mundo.
Estar en el Consejo Mundial te permite tener una amplia visión de tu Región. ¿Qué nos dirías para poder conocerla?Nuestra región de Europa Central y Oriental reúne once provincias de la Asociación de Salesianos Cooperadores: Eslovenia, Croacia, Eslovaquia, Hungría, cuatro provincias de Polonia, República Checa, Ucrania y Bielorrusia con Rusia. Es una zona geográficamente extensa y culturalmente diversa, donde se entrelazan distintas historias, lenguas y realidades pastorales.
En la región se hablan más de ocho idiomas, lo que exige sensibilidad intercultural y enfoques creativos para fomentar la conexión. Cada provincia aporta su propio ritmo a la misión compartida de servir a los jóvenes — desde estructuras sólidas con múltiples centros hasta comunidades más pequeñas que trabajan en condiciones desafiantes.
A pesar de la diversidad, estamos unidos por el carisma común de Don Bosco, el deseo de servir y el compromiso de construir comunión. Nos esforzamos por asegurar que la diversidad no sea un obstáculo, sino un don que fortalece nuestra identidad compartida.
También, desde el Consejo Mundial, tienes la suerte de tener una visión mundial de nuestra ASC. ¿Qué fortalezas y debilidades podrías darnos a conocer? Como estamos presentes en más de 130 países en todo el mundo, inevitablemente nos enfrentamos a una gran diversidad. Esta diversidad es tanto un regalo como un desafío, ya que los miembros se encuentran con diferentes culturas, lenguas, historias y realidades pastorales. Sin embargo, nuestro carisma compartido de Don Bosco sigue siendo el fundamento que nos une en el servicio a los jóvenes y en la construcción de comunión.
Entre los principales desafíos que percibo está la diversidad cultural y lingüística, que exige enfoques creativos para la conexión y una sensibilidad hacia las realidades locales. En este sentido, creo que la Iglesia nos ofrece una herramienta única: la sinodalidad — caminar juntos, escucharnos mutuamente y crear comunidad. Otro desafío es la visibilidad y la identidad del Cooperador: primero a nivel personal, luego local, provincial y global.
Por otro lado, veo fortalezas en la solidaridad de la Asociación, que brilla constantemente en tiempos de crisis, desastres naturales y guerra. También reconozco nuestra profunda fidelidad al carisma y a las promesas que vivimos como misión en todos los niveles.
La Asociación sigue creciendo y fortaleciéndose a través de estos desafíos — con la conciencia de que la diversidad es un don, y nuestra vocación es un camino que recorremos juntos.
Otra cuestión que también llama nuestra atención es conocer qué visión percibes, desde fuera, de la Región Ibérica. Veo su región como una de las más fuertes — en términos de organización y de las estructuras establecidas tanto a nivel local como provincial. Creo que tienen un proceso de formación bien desarrollado en todas sus etapas. Una de sus claras ventajas es que la mayoría de su región comparte un idioma común, lo que facilita enormemente la comunicación y la colaboración. En sus contextos locales, todavía hay una fuerte presencia de escuelas salesianas y otros centros, que ofrecen valiosas oportunidades para una participación activa.
Y cuando miramos el número de Cooperadores en su región — ¡wow! Tantos corazones abiertos, deseosos de hacer el bien a los demás, especialmente a los jóvenes. Sin duda, son una fuente de inspiración y un modelo para otras regiones.
Por último, estamos inmersos en la preparación de nuestro 150 aniversario. Desde tu ser Salesiana Cooperadora, ¿qué mensaje nos darías? El 150º aniversario de nuestra Asociación es un momento de gratitud por el camino recorrido — un camino iniciado por Don Bosco y que hoy seguimos juntos como Salesianos Cooperadores en todo el mundo. Este jubileo no es solo una celebración de la historia, sino una invitación a renovar el corazón, profundizar nuestra vocación y reavivar nuestro compromiso de servir a los jóvenes y a los más necesitados.
Que este sea un tiempo para detenernos y reflexionar sobre lo que significa ser parte de esta gran FASA. Significa que estamos llamados a vivir nuestra misión en la vida cotidiana, a ser fieles a nuestra promesa y a mantenernos abiertos a las necesidades del mundo actual. Significa poner a Cristo en el centro de nuestra vida y vivir el carisma de Don Bosco allí donde estemos — en nuestras familias, lugares de trabajo, parroquias y entre los jóvenes.
Que María Auxiliadora nos guíe, acompañe y proteja en este camino. Que estos 150 años marquen el comienzo de un nuevo capítulo — un capítulo que escribimos juntos.
Muchas gracias.
Gracias por esta oportunidad. Les deseo la bendición de Dios y la protección de María en su misión.