Mónica Domingo Martínez
Seguimos con las entrevistas a nuestros delegados y delegadas provinciales. Ahora es el turno de la provincia de María Auxiliadora. Hoy conoceremos a Blanca Santamaría (FMA), delegada hasta este mismo verano.
Antes de empezar con la entrevista: ¿Podrías presentarte? Me llamo Blanca María, aunque todos me conocen por Blanqui o Sor Blanqui. Soy la mayor de 5 hermanos. Nací en Telde (Las Palmas de Gran Canaria) en una familia muy vinculada al mundo salesiano. Mis padres, un hermano y una hermana son Salesianos Cooperadores.
Fui alumna del Colegio de las salesianas desde los 3 años hasta los 14, y antes de profesar como religiosa salesiana, estuve dos años en un grupo de SSCC. Cuando me preparaba para hacer la promesa, el Señor me llevó por otros caminos: ser FMA.
De mi Vocación Salesiana quiero destacar que, desde que profesé en el Instituto de las FMA, he pasado por distintas Comunidades. He tenido la oportunidad de vivir diferentes experiencias en la misión que me han hecho crecer en mi respuesta a la llamada del Señor, a ir descubriendo lo importante que es la “Pastoral del tú a tú”: estar entre y con la gente compartiendo, escuchando desde la sencillez, la gratitud… Siempre sintiéndome acompañada por la Auxiliadora.
Actualmente, estoy en la Comunidad Salesiana Virgen del Pino de las Palmas de Gran Canaria. Trabajo en un proyecto social y colaboro en la parroquia.
Me considero una persona serena, tranquila, abierta a los tiempos, sociable y dinámica, que disfruta ayudando a los demás y estando entre los niños y jóvenes, contenta y feliz de mi vocación de FMA.
¿Desde cuándo eres delegada provincial? ¿Qué supuso para ti que te solicitaran para este servicio a nuestra familia?Lo he sido desde el curso 2021 hasta este mismo verano pasado. Ha sido poco tiempo pero muy emocionante en lo personal y en mi formación como salesiana.
Para mí supuso una sorpresa. Yo estaba, en ese momento concreto, en la comunidad FMA de Rota, y una de mis tareas era ser delegada local de los SSCC. Esta experiencia de acompañamiento al grupo fue muy positiva. Pude compartir vida y fe.
Quiero destacar que el Centro de Rota es un grupo joven y numeroso con mucha unión entre ellos, que lucha por su vocación de SSCC. Los acompañé en la “Erección Canónica” del centro, y participé en el “CampoBosco en Familias” por lugares salesianos.
Estos años han sido muy ricos. Me ayudaron a ir conociendo más a este grupo de la Familia Salesiana y a entusiasmarme con este campo de misión. Podía compartir con ellos mi vocación de FMA con su vocación como Laicos, y eso me ayudó a crecer en la mía.
Por lo tanto, mi respuesta fue afirmativa. Estaba disponible para este servicio.
Durante este tiempo como delegada provincial, he ido aprendiendo, situándome, y tomando conciencia de lo que supone este nuevo campo de misión. Me he sentido muy bien acogida por los miembros del Consejo provincial y en familia, rodeada de personas trabajadoras que tienen muy arraigado el carisma, y orgullosos de su vocación de SSCC. También me he sentido acompañada por los Delegados regionales. Esto también ha sido aprendizaje para mí.
Es una oportunidad poder participar en los encuentros de zona, asambleas, congresos, y distintas actividades que se van realizando dentro de la FASA. Valoro mucho el encuentro con los Centros que pertenecen a la asociación. Estas relaciones nos abren horizontes y nos ayudan a ver otras realidades, donde podemos caminar y crecer juntos en sinodalidad hacia una misma misión, compartiendo una vocación común.
Es una riqueza y una responsabilidad prestar este servicio. Lo importante es: estar, animar y acompañar desde la acogida, la escucha, el diálogo, y la cercanía, representando al Instituto de las FMA.
Tu vida diaria pasa por la vida en tu comunidad. Tu ser delegada provincial, ¿tiene alguna repercusión en la misma? ¿Compartes con ella este servicio? Siempre la he compartido y la sigo compartiendo con las hermanas de la comunidad, tanto los momentos de encuentros, asambleas, y los momentos vividos en el Consejo provincial, con el objetivo de que vayan conociendo más a este grupo de la FASA: su organización, su sentido de pertenencia, su compromiso y vocación de laicos que quieren vivir el Carisma desde la alegría, el espíritu de familia y la autenticidad.
Este compartir es una riqueza para las hermanas, son momentos de familia donde todas compartimos y agradecemos la misión.
Una pregunta más: ¿Existe alguna relación entre tu “ser consagrada” en la Iglesia, en la FASA… y ser delegada de los SSCC? Creo que sí. Es como una sinergia que busca llevar adelante el Carisma Salesiano en el contexto de la fe católica, siendo éste un regalo para la Iglesia, y un compromiso con la educación, formación y cuidado de la juventud, especialmente de los más vulnerables, compartiendo con la FASA la herencia espiritual que nos han dejado nuestros fundadores, y haciendo realidad su legado: “Ser signo y expresión del amor de Dios entre los jóvenes, y también el ser Auxiliadora entre las jóvenes”.
Desde tu perspectiva: ¿Qué aspectos positivos destacarías de tu provincia? ¿Qué debilidades observas? Como positivos, destacar el deseo que existe de vivir cada vez con más autenticidad y compromiso la asimilación del PVA; y que la provincia de María Auxiliadora está formada por mucha gente joven, comprometida, y organizada. Valoran mucho el espíritu de familia. Creo que existe una preocupación por la formación continua y de calidad. Y un fuerte sentido de pertenencia a la Provincia.
Me atrevería a decir que es importante que se siga potenciando el sentido comunitario en lo Eclesial, en la FASA y en el Centro local.
Un mensaje que quieras transmitir a nuestra asociación. Teniendo presente el lema “SALESIANOS EN EL MUNDO”, animo a la asociación a que, haciendo referencia al PVA, hagan realidad la dimensión de su vocación laical, trabajando con entrega por el bien de la Iglesia y de la Sociedad comprometidos en la misión juvenil y popular.
Los animo a trabajar en sintonía y comunión con los otros miembros de la FASA, sobre todo en este año que la asociación está en el camino de preparación para su 150 aniversario, y celebramos el bicentenario del sueño de los 9 años de Juanito Bosco, que marcó su vocación y del que ahora toca ser testigos.
Gracias Blanqui!
Dios nos ama, no porque seamos amables, sino porque Él es amor
(Clive Staples Lewis)
La Iglesia es un bombero. Quiere decir, que donde hay fuego echa agua
(Carlos Herrera)