Borja Pérez
Pues ya estamos en septiembre iniciando un nuevo curso, lo que siempre debemos entender como el inicio de nuevas oportunidades. Y en clave asociativa, un nuevo curso es siempre una oportunidad para seguir abriendo caminos de encuentro, para seguir tendiendo puentes donde antes encontrábamos muros, para seguir viviendo en clave evangélica, con estilo salesiano, las circunstancias que a cada uno nos toque afrontar en nuestra vida. ¿Cómo podemos llevar cabo estos propósitos? Desde la Consulta regional os hacemos la siguiente propuesta:
El pasado mes de junio hemos presentado nuestro plan para el trienio 2022-25, que más allá de sus motivaciones, contenidos, propuestas concretas… pivota sobre lo que hemos llamado “Bienaventuranzas del trienio”. La intención no ha sido otra que sintetizar la Asociación que soñamos para nuestra Región, en lugar de mediante un documento complejo de retos, propuestas o conclusiones, en ocho propósitos que sean la piedra angular de nuestra formación y vida asociativa en los próximos años.
Estas son las ocho bienaventuranzas que proponemos para la Región Ibérica en estos próximos años:
1. Bienaventurados los hermanos, las hermanas y los centros locales que encuentran momentos para estar cerca de los jóvenes y las familias, porque serán testimonio del Evangelio para aquellos que nunca lo han leído.
2. Bienaventurados los hermanos y las hermanas que viven fieles a nuestro PVA, porque los jóvenes que se les acerquen serán más felices.
3. Bienaventurados los centros locales que se abren a su diócesis e iglesia local, porque el carisma salesiano es un regalo para la Iglesia.
4. Bienaventurados los centros locales que animan y acompañan a los demás grupos de la Familia Salesiana, porque cuatro cuerdecillas entrelazadas tienen la fortaleza suficiente para arrastrar lo que se propongan.
5. Bienaventurados los hermanos y las hermanas que se hacen pobres pudiendo vivir en la comodidad, porque serán dichosos de encontrarse con Dios en la pobreza.
6. Bienaventurados los delegados y las delegadas que nos acompañan y nos ayudan a ser más fieles al carisma salesiano, porque nosotros también estamos llamados a ser garantes del carisma.
7. Bienaventurados nuestros hermanos y hermanas más mayores, los jóvenes y las familias de nuestras obras salesianas y nuestras ciudades, porque son el rostro del Señor que se nos cruza en el camino cada jornada.
8. Bienaventurados los centros y las provincias que se forman y crecen juntos en fraternidad, porque podrán poner el vino nuevo en odres nuevos.
Las Bienaventuranzas que nos encontramos en el Evangelio de Mateo sirven de preludio al sermón de la montaña, donde Jesús ofrece a todos sus seguidores un plan de vida; con estas bienaventuranzas que proponemos en nuestro Plan Trienal, ofrecemos un camino para hacer realidad nuestro plan de vida, que es nuestro Proyecto de Vida Apostólica, por medio de ocho propuestas específicas que reflejan el espíritu de PVA a través de elementos muy concretos de nuestra vida asociativa.
Ofrecemos estas Bienaventuranzas también desde una clave formativa, de tal manera que podamos emplearlas en un retiro, unos Ejercicios Espirituales, una reunión de centro… para que nos sirvan para evaluar la calidad de nuestra vida asociativa.
En definitiva, os proponemos afrontar este nuevo curso desde las claves propuestas en estas Bienaventuranzas, construyendo entre todos una Asociación más fraterna, para poder de esta manera proyectar esta fraternidad hacia toda la gente que nos rodea.
Os deseo un feliz curso.
Lo que principalmente atañe al Concilio Ecuménico es que el sagrado depósito
de la doctrina cristiana sea custodiado y enseñado en forma cada vez más eficaz
(Juan XXIII)