José Luis Muñoz Blázquez
Este mes os presentamos el Centro Educativo Cultural Agropecuario Chinanteco de Río Manso. “Cecachi Don Bosco”, como se le conoce. Es un internado de las Misiones Salesianas en la Prelatura de María Auxiliadora, en el estado de Oaxaca, México que fundamenta su existencia en brindar a los alumnos y alumnas la oportunidad de cursar y culminar su nivel básico con la Educación Secundaria.
A los adolescentes, en su etapa escolar, se les exige un gran rendimiento y un aspecto tan importante como es la alimentación puede dejar a muchos chicos fuera en estas comunidades de escasos recursos. Así una adecuada dieta nutricional se convierte en una asignatura indispensable en esta etapa de aprendizaje.
CECACHI atiende, desde hace treinta años, a adolescentes de más de 100 comunidades indígenas, bajo la dirección de los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora. El objetivo es promover la dignidad de la persona, con la formación integral de los alumnos, favoreciendo la maduración en la fe y mentalidad de servicio, al estilo de san Juan Bosco.
Sostenido con la ayuda altruista de distintas personas e instituciones (CSJM está presente desde 1993 entre las entidades que ayudan al mantenimiento de esta obra) el CECACHI posibilita llegar a los adolescentes indígenas de las culturas chinanteca, mixe, zapoteca y mestiza, proporcionando además de la educación básica, una amplia gama de actividades extraescolares que son propias de sus culturas y de su Región, integrando en ellas los valores católicos y ofreciéndoles herramientas para integrarse al campo laboral y para ser económicamente independientes.
Algunas de estas actividades son los talleres de agricultura (maíz, frijol, jamaica, limones, hortalizas); de ganadería (bovino, porcino, caprino, avícola, pecuario); de corte, confección, tejido y bordado; de pintura; de música (banda filarmónica y rondalla); de danza y de manualidades.
Anualmente, la obra recibe, aproximadamente, a unos 100 jóvenes de 12 a 15 años, el 47% son mujeres, el 53 % son varones. Se procura que las familias de los jóvenes contribuyan dentro de sus posibilidades, aunque sea con lo mínimo para el sustento de los alumnos. Esta aportación de las familias sólo cubre el 22% de los costes reales de alimentación y la Inspectoría subsidia el 33%. Es por ello que buscan financiar, a través de diversas fuentes, el otro 45% que correspondería a los 40 jóvenes más necesitados.
Desde aquí animamos a seguir adelante a esta extraordinaria realidad misionera salesiana con todo el apoyo de CSJM, un año más, que es apoyo de todos los Salesianos Cooperadores.
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La mística es la mirada profunda y atenta a la realidad
(Victorina Pérez)