Boletín 588, marzo de 2015
Transcribimos el artículo publicado en la página 34 de nuestro Boletín número 588 de marzo de 2015 titulado «Madrid-Curso de acompañamiento personal» en la sección «Ecos de…» de nuestra hermana Begoña Rodríguez del Centro de Soto del Real.
Buscar la voluntad de Dios en la persona acompañada y ayudarle a discernir sobre su vocación son ideas fundamentales si queremos empezar a hablar de acompañamiento.
Esto es lo que estamos intentando aprender más de treinta personas durante este año en el Curso de Acompañamiento organizado por la Inspectoría Santiago el Mayor.
Comenzamos el pasado fin de semana del 24 de enero (día del Carisma) y la experiencia está siendo más que interesante y positiva. Gran parte de los participantes son salesianos cooperadores y aspirantes a salesianos cooperadores.
Todos los presentes identificamos el acompañamiento como un campo de misión muy importante en el que los cooperadores podemos hacer una bonita tarea apostólica y laical. Desde aquí ánimo a formarse en este aspecto en el que se hace tanto bien a los jóvenes, especialmente a los más necesitados.
Estas primeras horas nos hemos centrado mucho en darnos cuenta de que el acompañamiento es una relación personal y asimétrica en la que la persona que solicita esta ayuda debe sentirse acogido y expresarse con plena libertad. El acompañante es mediación, es instrumento de Dios para que su acompañado avance un paso más en el camino de la fe y en el de su propia experiencia vital.
La herramienta básica de este acompañamiento es el encuentro, dentro de un proceso en el que se posibilita iniciar ese camino demandado por el acompañante, en el que el protagonista y el auténtico realizador de todo es el Espíritu Santo.
Durante las sesiones, con diferentes ponentes, nos hemos ido enriqueciendo unos de otros, pues muchos de los participantes ya han tenido experiencia tanto de ser acompañados como de acompañar y buscan seguir formándose para realizar la tarea al “modo de Jesús y no a nuestro modo”, como nos indicó Santiago García Mourelo uno de los salesianos que nos está acompañando en esta formación. Me pareció realmente fascinante su charla sobre “El acompañamiento en Don Bosco” que sabía dar a los jóvenes “lo que tenían y también lo que necesitaban”.
Todo un mundo lleno de expectativas que seguro se verán cumplidas. En el próximo encuentro seguiremos aprendiendo unos de otros y en buena compañía.
La Iglesia de nuestro tiempo debe perseverar en fidelidad a su propia naturaleza
(San Juan Pablo II)