Laura Sánchez

En el panorama musical contemporáneo, la música rap ha sido un género influyente que ha dado voz a diversas perspectivas y realidades. Uno de los artistas que ha destacado en este ámbito es Grillex, un rapero cristiano cuya música se caracteriza por fusionar la fe con el ritmo, ofreciendo un mensaje inspirador y esperanzador a su audiencia.


Guillermo Esteban es su nombre real, pero es Grilex cuando coge un micrófono y se convierte en un rapero que, como todos los artistas, posee un don especial. En su caso, ha conseguido encontrar a Jesús en su vida y entre sus letras y bases.

Grilex empezó a escuchar rap con 7 años y compuso su primera canción a los 17, para enfrentarse a toda la tensión que le generaba la enfermedad de su hermano.

Después de esa compuso otra, luego otra y así llegó a ser conocido dentro y fuera del ámbito cristiano.

La música de Grilex no solo destaca por sus letras, sino también por su estilo musical único. Sus pistas incorporan elementos del rap tradicional con mezclas de música electrónica, pop y R & B, creando un sonido distintivo que lo diferencia de otros artistas en la industria. Además, sus actuaciones en vivo se convierten en eventos llenos de energía y emoción, donde la pasión y la sinceridad de su fe se reflejan en cada palabra y movimiento.

A los artistas se les suele preguntar por el origen de su inspiración. En el caso de Guillermo, reza antes de empezar al Espíritu Santo. Alguna que otra vez, reconoce, que le ha cambiado el guion. “Yo soy el instrumento de mis letras, no el protagonista. Me ha pasado muchas veces que quiero escribir de una cosa y lo acabo haciendo de otra”, comentaba hace poco en una entrevista.

Guillermo ha encontrado a Jesús en la música. Asegura que a Él le ha venido a buscar por esa vía, pero que Jesús se pone a la vista de muchas otras maneras, por una razón: cada uno de nosotros. “Cristo está en la música, en las personas, en los libros, en el paisaje. Al final, Cristo se muestra de diferentes formas para hacerse el encontradizo con las personas”.
Se considera músico cristiano de vocación por la experiencia que ha tenido con Jesús. Ahora le da sentido a lo que antes pudiera ser una afición.

Gracias a él, con su música, en sus conciertos y en sus redes sociales, son muchísimos los jóvenes que se acercan a Dios y llegan a tener una relación con Él.

Un solo corazón con Don Bosco y una misión:
la que él confió a los salesianos cooperadores en la familia salesiana
(Jesús Guerra)