José Luis Muñoz Blázquez
En el corazón mismo del estado Amazonas, más allá de la conjunción del Río Casiquiare con el río Orinoco y en las mediaciones del cerro Duida se encuentra La Esmeralda. Desde 1973 existe allí un internado para indígenas de las diversas etnias sobre todo Yekuanas y Yanomamis. Allí se lucha por la promoción humana y la educación de los jóvenes del Municipio Alto Orinoco. La Casa Hogar para los muchachos se llama “Yanokea” y para las muchachas “Amazonense”, y son atendidas por los salesianos y salesianas, sacerdotes y hermanas que se dedican a la educación, junto a un nutrido grupo de personas de la comunidad.
Las comunidades indígenas constituyen la porción más vulnerable de la sociedad venezolana. La crisis económica golpea duramente a la Casa Hogar. No se cuenta con recursos suficientes para garantizar los alimentos de los 170 chicos y chicas de 11 a 19 años de la escuela. Especialmente preocupa la situación de 50 de ellos que viven internos durante más de 10 meses. La compra de alimentos se hace en Puerto Ayacucho, a 7 días de coche. Para evitar grandes gastos se compran los alimentos una vez al año.
El Proyecto presentado por las salesianas de Venezuela a CSJM tiene como finalidad facilitar la educación de 50 adolescentes y jóvenes de estos pueblos indígenas conservando sus elementos culturales, dando valor y afianzando todo aquello que es autóctono frente al desarraigo, al desplazamiento y a la imitación de la cultura foránea y valorando la necesidad de conservar el entorno natural.
El proyecto asciende a mas de 67.000 euros de los cuales Cooperación Salesiana para los Jóvenes del Mundo quiere aportar 20.000 euros destinados a los 50 adolescentes y jóvenes del internado.
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