Boletín octubre 2016 (Raúl Fernández Abad)
Transcribimos el artículo publicado en la página 103 de nuestro boletín de octubre de 2016 en «Consejero mundial» donde se nos animaba a reflexionar sobre la importancia de nuestro boletín de salesianos cooperadores.
Cuando recibamos este boletín la mayoría de nuestros centros y provincias habrán comenzado la actividad normal. Habremos tenido nuestras reuniones de inicio de curso y habremos programado.
Seguro que, en algún caso, habremos echado la vista atrás y tendremos presente lo que hemos realizado el año anterior. En algún momento valoraremos lo que vivimos en los grupos y en los centros.
También la SER ha tenido su inicio de curso donde se han puesto las líneas de trabajo del año y se ha revisado lo que se ha llevado a cabo el curso anterior.
En la reflexión hemos visto que estamos fallando en un aspecto muy importante. La comunicación. En concreto: nuestro Boletín. Como podéis comprobar nuestro boletín en estos números no han llegado con la regularidad que debemos tener. Podíamos lanzar balones fuera y echar la culpa a gente ajena a la Asociación: Correos, la distribuidora, la imprenta, el maquetador… Pero quizás también la culpa la debemos buscar en nosotros, en los responsables de cumplir las fechas de entrega de lo artículos, de elaborar el Boletín… Y en esa revisión nos hemos dado cuenta que los principales culpables somos nosotros por no ser diligentes en el cuidado de nuestra publicación. Una publicación que, con alguna salvedad en alguna época, lleva publicándose desde 1963. 605 números, que ya son números.
Por eso lo primero que queremos decir es perdón. Perdón por no haber sido diligentes y que nuestro boletín no haya salido regularmente en las fechas propuestas. Perdón por no ser constantes y por no asumir nuestros compromisos. Esto nos hace que como en en el Sacramento de la Reconciliación tengamos nuestro propósito de enmienda y valoremos lo que tenemos. Nuestro boletín cumple tres funciones muy importantes.
La primera es darnos a conocer, salir al mundo. Es cierto que los destinatarios son principalmente los salesianos cooperadores de España pero nos podemos sorprender por la cantidad de gente que lo lee, que lo utiliza como material formativo.
La segunda es ser un instrumento más de formación tanto para los aspirantes como para los salesianos cooperadores.
La tercera es una de las formulas que tenemos los SSCC de conocernos, de saber qué hacen nuestros hermanos, de compartir vida. En definitiva de estar informados entre nosotros. Y aquí os pedimos vuestra colaboración. Lo que no se conoce no se puede querer. Y si no conocemos lo que hacen nuestros hermanos no podemos quererlo y valorarlo y, para mi lo más importante, no podremos compartirlo. Y al no poder compartir nos puede pasar que, ante dificultades, ante la búsqueda de nuevos retos de nuestros grupos, no podamos ver y conocer lo que otros hermanos hacen en su día a día.
Yo tengo la suerte y la dicha de poder visitar muchos centros y os sorprendería la cantidad de actividades que se realizan. Como los SSCC están en la calle trabajando por los jóvenes desde hace tiempo. Escuchemos al Papa Francisco y démonos a conocer. Aquí tenemos un método que va con nuestra espiritualidad: la buena prensa que proclamaba San Francisco de Sales. Compartamos con nuestros hermanos lo que hacemos, compartamos con la Asociación. Esperamos vuestros artículos. Un fuerte abrazo
En la lucha contra el relativismo agnóstico, Ratzinger subrayó siempre
que la antítesis de la verdad es la falsedad
(Gerhard L. Müller)