María del los Ángeles Rodríguez Escobar

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa. Es, además, una peregrinación, una fiesta de la juventud, una expresión de la Iglesia universal y un fuerte momento de evangelización del mundo juvenil.

Desde su primera edición, que tuvo lugar en la ciudad de Roma en 1986, la Jornada Mundial de la Juventud destaca como un laboratorio de fe, un lugar de nacimiento de vocaciones para el matrimonio y la vida consagrada y un instrumento de evangelización y transformación de la Iglesia.

Este año próximo 2023, este encuentro se celebrará en Lisboa, y ya en las redes, en las diócesis y en nuestras presencias salesianas se está empezando a dinamizar el encuentro.

Podemos diferenciar dos símbolos que la acompañan y representan: la cruz peregrina y el icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani. En los meses previos a cada JMJ, los símbolos parten en una peregrinación para anunciar el Evangelio y acompañar, de manera especial, a los jóvenes en las realidades en las que viven.

“María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39) es la cita bíblica elegida por el Papa Francisco como lema de la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar por primera vez en Lisboa, capital de Portugal. La frase bíblica (una cita del Evangelio de San Lucas) abre el relato de la Visitación (la visita de María a su prima Isabel), un episodio bíblico que se sigue a la Anunciación (el anuncio del ángel a María de que iba a ser la madre del Hijo de Dios, que fue el tema de la última JMJ, en Panamá).

El logo tiene la Cruz como elemento central. Esta es atravesada por un camino donde aparece el Espíritu Santo. Es una invitación a los jóvenes a no conformarse y a ser protagonistas en la construcción de un mundo más justo y fraterno. Los colores (verde, rojo y amarillo) evocan la bandera portuguesa.

Entre los 13 patrones de esta JMJ, encontramos a San Juan Bosco, como ejemplo entre otros tantos hombres y mujeres que “han demostrado que la vida en Cristo llena y salva a la juventud de todos los tiempos”.

La JMJ pretende proporcionar a todos los participantes una experiencia de Iglesia universal, fomentando el encuentro personal con Jesucristo. Es un nuevo impulso a la fe, a la esperanza y a la caridad de toda la comunidad del país de acogida. Teniendo como protagonistas a los jóvenes, la Jornada Mundial de la Juventud busca, también, promover la paz, la unión y la fraternidad entre los pueblos y las naciones de todo el mundo.

Te esperamos e iremos informando de como participar, desde nuestro vivir la fe en salesiano dentro de esta gran movida. ¡Sigue atento a las redes!

En la sencillez de la vida cotidiana reconocemos las dificultades, pero no nos detenemos ante ellas
(Isabel Pérez)