Laura Sánchez Carretero

En la actualidad parece que la sociedad nos invita a ser individualistas, a no compartir, a ser el centro del mundo. ¿Tener familia? ¿Encima familia numerosa? ¿Además, cristiana? Parece que son características que pocas familias tienen hoy en día, pero al mismo tiempo, generan una expectación, un interés y una admiración fuera de lo común.

Os muestro este mes un ejemplo de influencer de Instagram que lo es por esto mismo, por poner en valor la familia, su familia y, sobre todo, por no avergonzarse de ser cristianos y de llevar a Jesús por bandera, como alma y guía de su familia.

De quien me gustaría hablaros es de @pompasdeelefante. Detrás de esta cuenta está Pachu, una mujer que se define como mamá de seis, esposa, diseñadora, creadora, viajera. Con su blog Momentos pompas y junto a su marido, Rubén, @papapompas nos cuentan lo extraordinario de lo cotidiano, las recetas que hacen, los viajes en su “bubús” toda la familia junta, los libros que leen ellos y los niños.

En su familia todos son importantes y todos cuentan. Comparten recursos súper chulos, como un calendario de Cuaresma, actualmente, e ideas para hacer en familia, con la que nos demuestran a los más de 19.000 seguidores que tienen que lo importante no es tener si no ser y estar.

Entre las muchas buenas ideas que tiene esta gran familia se encuentra el bote instagramero, un bote que tienen al lado de la Virgen y en el que escriben el nombre de cada persona que les pide que recen por una intención, una enfermedad, otra persona … Lo escriben en papeles de colores, porque los colores dan alegría la alegría de poder entregarle a la Virgen todas esas inquietudes. Han llegado a tener más de 12.000 nombres en ese bote que van renovando cada mes.

Tantas eran las intenciones que, si esto ya era una gran idea para poder rezar por otros, aunque ni siquiera les conozcas, que se les ocurrió algo, a mi parecer, más sublime aún: hacernos a todos los seguidores, que queramos y podamos, madrinas y padrinos de la gente que necesita una oración. Solo tienes que apuntarte y ella te manda el nombre de la persona por la que tienes que rezar, sin datos, sin preguntas, solo el nombre de una persona para que la recuerdes, reces por ella y por sus intenciones y, de paso, te acerques más en comunión al Señor. Decidme si no es una gran idea.

Además de ser madre, esposa y una gran mujer, en su taller, Pachu cose maravillas que envía a domicilio con todo el cariño del mundo, sus belenes de navidad se agotan enseguida.

Quedarse sin trabajo le brindó esta gran oportunidad que, también a mi parecen, es un gran regalo que nos hace. Poner un don al servicio de los demás siempre lo es.

Alguna que otra vez he oído a Pachu decir que no recemos por ella, si no por quien lo necesita. A mí me parece que hay que rezar por familias como la suya y por gente tan extraordinaria en lo ordinario como ellos.

Somos salesianos si entrenamos la amabilidad en toda hora y ocasión,
y así, hasta el final de nuestra vida
(Eva Carrillo)