Rafael Villar Liñán
Terminado ya el verano, nos encontramos en este momento tan importante del año como es el inicio de curso. No sé si tú harías lo mismo, pero si por mi fuera, me tomaría las uvas en la medianoche del 31 de agosto al 1 de septiembre. Ahora, tras el descanso veraniego, es cuando para mí tiene sentido hacer planes de cambios, propósitos para el nuevo curso y, por qué no, desarrollar alguna afición menos trabajada.
Y hablando de propósitos, voy a proponerte alguno relacionado con mi campo de servicio actual que es la comunicación social. Y es que en este ámbito las cosas cambian tan rápido que tenemos que estar siempre pensando en cómo debemos ir actualizando nuestra labor.
Seguro que utilizas una (o incluso varias) aplicaciones sociales en tu vida diaria. Entre grupos de mensajería y redes sociales en las que compartir estoy convencido de no equivocarme si te digo que al menos perteneces a tres. ¿Te has parado a pensar alguna vez la imagen que das en ellas?
Mi recomendación es que sea la de un cristiano comprometido, igual que lo es en tu vida diaria en el “mundo real”. Denuncia las injusticias sociales y da voz a los que no tienen voz, tal y como nos pide el Evangelio. Como dicen los mandamientos, “no levantes falsos testimonios” o, lo que es lo mismo, no propagues “fake news”. Y trata siempre de dar un mensaje positivo, de alegría y de esperanza.
Además, como buenos cristianos comprometidos que somos todos los SSCC, seguro que perteneces a algún Consejo local o provincial, o estás implicado en alguna estructura de Pastoral Juvenil. ¿Cómo participáis institucionalmente en el patio virtual?
Yo os animo a no limitarse a compartir las actividades sino a aprovechar todas las posibilidades que nos ofrecen para evangelizar. Para ello, como decía anteriormente, es necesario estar en continuo movimiento y actualización, porque nuestros destinatarios los jóvenes así lo están. ¿Tu centro local se ha quedado estancado en el Facebook?
Pues id pensando en otras redes como Instagram o incluso TikTok o Twitch, porque ahí es donde verdaderamente podemos trabajar con los jóvenes.
En definitiva, ahora que es momento de hacerse nuevos propósitos. Yo te animo a que le des un meneíto a cómo es tu vida en las redes sociales, tanto desde el punto de vista personal como del institucional. Y si alguna vez te entra alguna duda y crees que no estás preparado para entrar en redes sociales que “se te quedan grandes” o que “no hay quien entienda”, recuerda un dato importante: Don Bosco siempre estuvo a la última de lo que la tecnología de su tiempo le iba ofreciendo. Así que: ¡ánimo! ¡sé todo un «influencer» con los jóvenes!
Lo que es permanente, es el pueblo de Dios; lo que es pasajero, es el servicio jerárquico
(Rafael Luciani)