Benigno Palacios Plaza

¿Soy arriesgado para acometer nuevos retos y objetivos? ¿Me muestro disponible para desarrollar las necesidades que surjan? ¿Qué no podríamos hacer por los demás sumando nuestras fuerzas y nuestros dones? Estas y otras preguntas semejantes fueron la chispa que nos permitió, el pasado 24 de abril, reunirnos a través de las redes, en la 2ª jornada de formación de la propuesta de “Corazones Arremangados”. Desde muchos lugares de nuestra región nos encontramos para seguir mostrando que, en el servicio, también nos reconocemos como Comunidad.

Esta vez, con el acompañamiento de Antonio Marzo, sc de Granada, recibimos unas pistas para animarnos a abrir el diálogo en torno al servicio. Cuatro grandes áreas recorrimos: “Ofrecemos lo que somos a la misión”, “La riqueza esta en la suma”, “Estamos obligados a compartir” y “Todo ello desde la perspectiva del servicio”.

El trabajo por grupos fue muy enriquecedor en esta ocasión, tal y como lo demuestran algunos de los comentarios que después compartimos.

“Todos vivimos experiencias personales en las que hemos sentido que ha llegado el momento de hacer un compromiso. Lo vivimos con alegría, ya que siempre acabas recibiendo más de lo que das”.

“No estamos aquí para ver si esto funciona, si no para que esto funcione; y esto implica asumir responsabilidades y dar impulso a nuevas posibilidades. No se consigue cambiar, crecer haciendo siempre lo mismo”.

“A veces nos atascamos en ver los errores de los demás; y no vemos (o no queremos ver) sus fortalezas. Si cambiáramos nuestro punto de vista, el trabajo en equipo sería más fructífero”.

“Dice nuestro coordinador mundial Antonio Boccia que hay que ser como el café. Con nuestro aroma podemos impregnar cada situación, y darnos cuenta de que no nos gusta a todos el mismo café”.

“El servicio verdadero requiere sacrificio. Debemos sacrificar nuestras capacidades para el bien de otros, no solo de nosotros mismos”.

“Involucrar a las personas en la animación es clave en el servicio. Involucrar a todos en las acciones que hacemos y proyectos que lideramos, para despersonalizarlas y que sean duraderas, y no perezcan cunado uno deje el cargo: El que camina solo va más rápido, pero el que camino acompañado llega más lejos”.
“Nuestra disponibilidad es un camino con distintos niveles de compromiso. Lo importante es estar disponibles”.

Finalizamos todos este encuentro con alegría y acogiéndonos a nuestra Madre Auxiliadora en oración. De la evaluación que hicieron los participantes de esta propuesta que habrá, más adelante, otras ocasiones con otros temas para seguir compartiendo y creciendo como Asociación al servicio de los jóvenes, para servir verdaderamente como Jesús nos llama a hacerlo.

La sinodalidad está enmarcada dentro de esa comunión que Cristo quiere para su iglesia
(Oscar Rodríguez Madariaga)