Lourdes Rojo Pol

Cuando en marzo nos dijeron que teníamos que confinarnos pensamos en un corto periodo, un mini parón, aceptamos la situación por un bien común e intentamos pasar el confinamiento lo mejor posible.

Después de las fases y la nueva normalidad, comenzamos a darnos cuenta que posiblemente esto iba para largo y no iba a ser tan cortito como pensábamos.

Todo nuestro mundo del revés y todos nuestros miedos a flor de piel, en una continua improvisación, con lo poco que nos gusta funcionar entre cambios. Y además sin besos y sin abrazos, ahora es cuando pongo un emoticono con una lagrimita en el rostro.

¡Madre mía! Rezo todos los días y durante este tiempo he rezado por tantos, y sigo.

Ahora mismo tenemos muchos retos por delante y si una frase toma fuerza es la frase de Don Bosco: «Avanti sempre avanti». Él, en las peores circunstancias, intentaba ver el vaso medio lleno. Su confianza plena en el Padre junto a sus huesos desgastados por el amor hecho entrega a los jóvenes, hizo posible todo un sueño: cambiar su situación y mostrarles el rostro del Padre, su regazo donde confiar y esperar.

Quizás deberíamos preguntarnos: ¿doy lo mejor de mí a mis hermanos? Y ¿qué es lo mejor de mí? Sé que muchos hemos hecho y dado lo mejor de nosotros, como siempre, pero… ¿Damos lo que nos sobra? ¿Damos para sabernos recompensados? O sin pensarlo mucho, ¿damos lo que en ese momento sentíamos que debemos dar aunque en ello nos vaya la salud?

En palabras del Rector Mayor deberíamos preguntarnos, hacer uso, mirar y sabernos apóstoles: Preguntarnos: ¿Cómo nos quiere Don Bosco en estos tiempos? ¿Cómo nos sueña para dar respuesta a los jóvenes?

Usar: el Sacramento salesiano de la presencia. Asegurarnos que se sientan queridos. Que nos sintamos queridos todos, jóvenes, comunidades, centros… que lo fraterno y filial sea lo que nos mueva en este hacernos presentes donde estemos, donde se nos precise, aunque nos cueste.

Mirar: la mirada puesta en los más pobres, los descartados, excluidos, los que han sufrido abusos (de poder, sexual, género,…). Predilección por los pequeños, los débiles, para auparlos, levantarlos, fortalecerlos, reconstruirlos, restituirlos…

Apóstoles: Mujeres y hombres elegidos por Jesús para ser la luz del mundo, acercar el evangelio a los más jóvenes, hacer discípulos de construcción del Reino. Esta es nuestra mayor motivación: “Mostrar el evangelio donde fuésemos a través de la manifestación de nuestro amor y nuestra esperanza”

Lo salesiano tiene mucho que ver con las carreras de fondo. Siempre mirando más allá, al horizonte donde la luz se funde con el cielo. Estamos preparados para esto. Nuestro corazón salesiano soñador nos lleva más allá, a crear, imaginar, a esperar…

Con todos estos talentos salesianos solo nos queda seguir haciendo camino, seguir, seguir, siempre seguir hacia adelante.

Buen comienzo, buen camino hermanos.

El objetivo principal del Sistema Preventivo es
hacer de los jóvenes buenos cristianos y honrados ciudadanos.
(Ideario del Movimiento Hogares Don Bosco)