Raúl Fernández Abad

En la Consulta regional, durante su reunión de junio de 2019, se aprobaron varios documentos orientativos para nuestra Región. Dos de ellos ya fueron presentados en este boletín y nos quedaba un tercero.

Este documento es el denominado «Criterios para la salida de la Asociación». Si nos quedamos con el título podemos llegar a la conclusión que la Consulta regional ha creado un protocolo para desarrollar el artículo 31 de nuestro PVA/E y poder resolver administrativamente algunas situaciones que vivimos en nuestros centros con nuestros hermanos alejados.

Esa no ha sido la idea que ha movido a la Consulta para hacer este documento sino con el convencimiento de hacer una reflexión en la propia Consulta regional , en los Consejos provinciales y los Centros locales sobre cómo ayudar a afrontar esta realidad de los «hermanos alejados».

Tras la introducción, donde se pone en valor la labor de acompañamiento, el factor importante de cercanía y la idea central de ser comunidad, se procede a desarrollar una serie de criterios para el seguimiento de los hermanos alejados. Estos criterios no van encaminados a dar de baja a un hermano sino a un apartado más importante como es el sentirnos «una comunidad a la que le importa lo que le pasa al hermano, hacer sentir a los hermanos que estamos cerca de ellos y que nos importan».

Un apartado importante dentro de este documentos es donde se nos detallan unas pistas para el discernimiento y acompañamiento del alejado. Es el corazón del documento y de donde emana toda la filosofía de este documento.

Estas pistas no solo ayudan al hermano alejado a aclarar su situación sino que nos ayudan a todos a hincar el diente a una situación compleja.

El documento termina con una puerta abierta, termina con brazos abiertos, tiende una mano.

Si un hermano decide volver porque tomó una decisión equivocada ¿por qué no tenderle la mano y acogerle de nuevo? No podemos dar la espalda a un hermano y en esta mano tendida hay algo más profundo de una posibilidad. Nos interroga y nos anima a que sigamos en contacto con aquellos hermanos que han dejado la Asociación. No solo para que vuelvan o no sino porque han compartido con nosotros algo tan bonito como la vocación de Salesiano Cooperador.

En definitiva no es un documento normativo sino que es un documento que nos tiene que ayudar a profundizar en nuestra vocación, nos tiene que ayudar en discernir sobre la llamada del Señor a esta forma de vida. Es un documento de formación y de reflexión en nuestros grupos que nos tiene que ayudar a mirar con los ojos de misericordia con los que el Padre nos mira a nosotros. Desde estas líneas os animo a que lo leáis y lo trabajéis en vuestros grupos como formación permanente.

Podéis descargar el documento en el siguiente enlace

Hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo
(Homilia del Santo Padre, 27 de marzo de 2020)