María de los Ángeles Mazo
El pasado 22 de junio nuestra Asociación vivió un momento histórico: Rota se erigía como centro. Ello conllevó un movimiento de corazones salesianos que quisieron hacerse presentes desde todos los lugares mostrando su amor y cariño a los hermanos roteños.
El encuentro comenzó con una recepción en la casa céntrica de la villa: los salesianos. Allí, cooperadores venidos de numerosos lugares se dieron cita para abrazarse y comenzar una jornada festiva. Con la alegría que nos caracteriza, se recibió a los invitados con un refrigerio para aliviar el calor y unas chapas conmemorativas que harían recordar a sus poseedores que estuvieron en Rota en su día grande.
La Eucaristía que tuvo lugar en la Parroquia Ntra. Sra. de la O. Unos pusieron las voces, otros los instrumentos, algunos sus cables y micrófonos… y todos y cada uno de ellos un amor inmenso para que, entre cantos, lecturas, gestos y fidelidad a Don Bosco, los corazones de los presentes acogieran un momento histórico e inolvidable. Todos los participantes rezamos por el ya nuevo centro de Rota. Las piedras de la Parroquia vibraron cuando se interpretó «Rendidos a tus plantas» desde el órgano del siglo XVII y una iglesia repleta de Salesianos Cooperadores cantara a Nuestra Madre, María Auxiliadora.
¡Qué momento tan especial! ¡Cómo recogían aquellas paredes tantas notas de amor a la Virgen, y cómo sentíamos su protección maternal sobre todos nosotros!
Tras tanta intensidad vivida, la familia salesiana pasó a conocer el Palacio Municipal Castillo de Luna, que en su día acogió las primeras semillas salesianas entre sus muros, pues allí se ubicó el Colegio San Ramón de la Hijas de María Auxiliadora en 1944. Tres años después llegarían los Salesianos a la Villa de Rota.
Y como no podía ser de otra manera, las puertas del Centro de Rota se abrieron para acoger a sus invitados más selectos, esperándolos con una cena preparada con inmenso cariño. Los anfitriones se pusieron al servicio de cada miembro de la familia para pasar una jornada festiva en un ambiente de alegría y fraternidad en el que no faltaron la música, el Bingo Bosco e incluso un cuarteto cooperador gaditano.
Desde el Centro de Rota queremos hacer mención especial y dar un agradecimiento sincero a nuestro Consejo Provincial por hacer lío y meternos en líos, y trabajar sin descanso para que cada detalle fuese perfecto; al Coro Salesiano y al Coro Lío por estar siempre dispuestos a acortar distancias y deleitar con sus brillantes voces cada momento familiar; a los salesianos y salesianas que nos han marcado el camino y la vida con sus presencias y testimonios, a cada persona que no pudo ir pero nos hizo llegar sus oraciones y a todos los presentes que se marcaron los kilómetros necesarios para acompañarnos, y por supuesto, a ese loco soñador, Don Bosco, que nos unió en la aventura salesiana y nos regaló a su Madre, la Auxiliadora, para que fuese la Nuestra.
Gracias a Dios por ser tan generoso con nosotros.
El mundo actual es cada vez más elitista y cruel con los excluidos
(Mensaje del Santo Padre para la jornada mundial del migrante y del refugiado)