María José Barroso, coordinadora provincial San Antonio

Preservar y mantener las tradiciones es transmitir nuestra historia. Cumpliendo la secular tradición que encierran las fiestas de Navidad, los salesianos cooperadores y los miembros del grupo ADMA del Monte Estoril, acompañados por sus delegadas, Sor María de Lourdes Gomes y la Hermana Lea de Morales quisieron una vez más, repetir la tradición. Es esta una forma de dar la bienvenida al nuevo año que, oficialmente, comienza. Y fue con mucho entusiasmo y sin miedo al frío cuando en la primera semana de enero fuimos a cantar las janeiras. A través de la música transmitimos la alegría que nos caracteriza, anunciamos el nacimiento del Niño Dios y deseamos a todos un Feliz Año Nuevo.

Nos desplazamos a la Residencia de los Salesianos de Manique, donde fuimos recibidos con el cariño habitual de su director, el P. David Bernardo y de todos los residentes que a medida que íbamos entrando y cantando venían a nuestro encuentro. También los ancianos de la Casa Arco-Iris, del Hogar de la Alapraia y de los Jardines de Cascais, fueron regalados con nuestra visita. Los cantos armoniosos de alabanza al Niño Dios y su Madre encantaron y desearon a todos un Feliz Año Nuevo.

Los chicos de la Casa Jubileu, en Carcavelos, también recibieron una vez más nuestra visita. Estos jóvenes nos recuerdan que la simplicidad y la pobreza son una condición común para todos. Pero el Niño que ahora nació no hace excepción en las personas y también allí está para ellos. Estos jóvenes, en situación de exclusión social, nos hacen un gran acto de caridad de ayudarnos a tomar conciencia de los muchos dones que recibimos gratuitamente. Es así que la santidad está al alcance de todos. Es una misión para la vida de los demás.

En el último día fuimos a desear unas Buenas Fiestas a las monjas Concepcionistas, que habitan el Monasterio de la Orden de la Inmaculada Concepción, en el Monte Estoril y la Casa Provincial del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, también en la misma localidad. En todos los lugares por donde pasamos fuimos muy bien recibidos.

¡Así es el carisma salesiano! Y es así como buscamos vivir nuestra santidad en la vida cotidiana. Nos hacemos santos en el encuentro con los hermanos.

Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre
(Mensaje para la Cuaresma 2014, Papa Francisco)