Jesús Manuel Rodríguez Prieto
Siguiendo las directrices del Directorio de la Región Ibérica según el art. 34 del Reglamento de nuestro PVA, el Consejero mundial para la Región Ibérica Borja Pérez convocó a los miembros de la Consulta regional los pasados días 7 y 8 de junio en la Casa Don Bosco de Madrid.
El objetivo de la reunión era comunicar el estado de la Asociación en los ámbitos regional y provincial, así como organizar determinadas actividades de animación para todos los Salesianos Cooperadores de la región. Dicho así, ortodoxamente, esto suena a algo formal y protocolario. Por lo tanto, dejadme que comience esta narración de otra forma.
El pasado fin de semana nos encontramos en Madrid un nutrido grupo de Salesianos Cooperadores, delegados y delegadas, con el objetivo de compartir nuestra vocación, las experiencias vividas en cada uno de nuestros centros y provincias durante el curso que termina, reflexionar sobre la misión que nos une, celebrar, orar juntos, ilusionarnos y establecer formas de animación que ayuden a todos los miembros de la región Ibérica a mantener nuestra identidad e intensificar nuestro sentido de pertenencia.
Dicho así, creo que me ajusto mejor a la realidad de lo que vivimos durante estos días. La alegría espontánea del que se sienta con los hermanos a celebrar la fe y el carisma de Don Bosco. El reencuentro con aquellos que compartimos misión, aunque hayan pasado meses o años sin vernos. Entendernos en una espiritualidad común rezando al mismo Dios en diferentes idiomas. Planificar juntos nuevas actividades que ayuden a todos los SSCC de la región a sentirnos que formamos parte de una familia, esa familia que Don Bosco soñó.
De esta manera repasamos las actividades realizadas por cada provincia, encuentros, promesas, celebraciones, asambleas, congresos. Rendimos cuentas, tanto económicas como misioneras o de animación de la región, ejercicios espirituales, encuentros formativos, el encuentro de Málaga. Compartimos los objetivos de las vocalías y los proyectos para el próximo año. También repasamos actividades que no han tenido la acogida ni el eco esperado y que nos han ayudado a reflexionar sobre lo que la asociación, es decir, todos vosotros nos demandáis en este momento.
En definitiva, más allá de lo que el PVA nos propone, la Consulta regional es un momento de encuentro y de reflexión sobre cómo ayudar a que los miembros de nuestros centros, de nuestras casas, nos mantengamos fieles a la promesa que un día hicimos y fortalecer nuestra asociación.
No quiero terminar estas palabras sin mencionar que nos adentramos en la celebración del 150 aniversario de nuestra asociación. Vamos a celebrar este acontecimiento como se merece. En breve recibiréis información al respecto, pero os invito desde ya a reservar los próximos veranos para compartir la vida.
La linterna de la experiencia no alumbra más que a quien la lleva
(Anónimo, Proverbio chino)