Boletín 601, mayo 2016

Compartimos el artículo que se publicó en nuestro boletín número 601 de mayo 2016 en la sección «desde la SER» bajo el título «El PVA: organización provincial de la Asociación.

Siguiendo la trama que iniciaba en el anterior artículo, quiero adentrarme en aquellos artículos de nuestro Proyecto de Vida Apostólica que nos hablan, con gran detalle, sobre lo que implica el ámbito provincial en una Asociación universal como la nuestra.

Comienzo compartiendo con todos vosotros un sentimiento que, intuyo es el de muchos de vosotros: el primer momento en que empecé a descubrir que nuestra Asociación tiene una gran riqueza que ofrecerme, como hermano de una gran comunidad, fue cuando comencé a conocer a los salesianos cooperadores de otros centros locales.

Sigamos, pues, con nuestro cuento. Aquel entrañable nuevo Centro local, que se había formado, empezó a dar frutos tras un par de años, y el Consejo local decidió solicitar al Consejo provincial erigirse como Centro local de pleno derecho. Fue un bonito día en el que la Familia Salesiana de la Obra y la Asociación de SSCC estuvieron presentes. Se leyó el decreto de erección en un sencillo acto y fue firmado por la Coordinadora provincial (cf. PVA/R, 18.2)

Posteriormente, se celebró, como era oportuno, una preciosa fiesta. Como ya estaba cercano el fin de curso, la Coordinadora provincial invitó a todos los miembros del recién erigido Centro a que participasen en la próxima Asamblea provincial donde podrían conocer mejor a otros muchos asociados y entender el día a día de la asociación.

Durante la fiesta, uno de los cooperadores del nuevo Centro se interesó por lo que se hacía en dicha asamblea y por cuál era la función del Consejo provincial en ese espacio de debate. El Secretario provincial (cf. PVA/R, 26.3), ayudado del Vocal responsable de la formación (cf. PVA/R, 26.3) le explicó detalladamente cuáles eran los cometidos del Consejo provincial en su servicio apostólico (cf. PVA/R, 25) y el de cada uno de los miembros del mismo (cf. PVA/R, 26 y 27). Incluso le animó a ofrecerse a su Consejo local como posible candidato al año siguiente para ser Consejero del Consejo provincial (cf. PVA/R, 24.3) y así, si lo estimaba oportuno su Consejo, ser enviado por su Centro, su comunidad de referencia, a cumplir con este apostolado (cf. PVA/E, 11)

Como existía otro Centro local en la misma zona, los cooperadores de ambos grupos vieron oportuno establecer lazos de entendimiento y de colaboración (cf. PVA/R, 18.12) que dio lugar a la gestión de una obra conjunta (cf. PVA/R, 5.2) de atención a jóvenes en riesgo de exclusión.

El salesiano cooperador que había preguntado al Secretario provincial por el ámbito provincial, como había asumido su servicio desde la disponibilidad (cf. PVA/R, 17), finalmente fue presentado por su Coordinador local al Consejo provincial y fue elegido Consejero provincial (cf. PVA/R, 24.3) y desempeñó su servicio con optimismo realista (cf. PVA/E, 10.4) durante tres años (cf. PVA/R, 24.5)

Al siguiente año fue invitado, al igual que los otros vocales provinciales de su Región, por el Consejo mundial de su Región a participar en la Consulta regional (cf. PVA/R, 29.2; cf. Directorio regional, 10) ya que uno de los temas a tratar en dicho encuentro estaba relacionado con su función. Pero esto debe ser contado en otro artículo.

Espero que tengáis un buen mes el de nuestra Madre, María.

Desde que oí resonar en mi corazón la voz tan dulce,
y a la vez tan inflexible, de la Sagrada Escritura, ya nunca se extinguiría
(Paul Claudel)