Mónica Domingo Martínez

Siguiendo con las entrevistas a la provincia de María Auxiliadora, ahora es el turno de su delegado provincial Ramón Ronda Segrelles.  

Buenos días, Ramón. Antes de empezar con la entrevista propiamente dicha… ¿Podrías presentarte para que te conozcamos un poco más? Me llamo Ramón Ronda Segrelles, soy salesiano sacerdote, natural de Algeciras (Cádiz) aunque mis padres son originarios de La Vila Joiosa (Alicante). Estudié en el colegio salesiano de Algeciras donde descubrí la vocación salesiana.

Hice el prenoviciado en Cádiz, el noviciado en Sanlúcar la Mayor, donde hicimos la profesión religiosa, a continuación estuve tres años en Granada realizando los primeros años de estudios teológicos. El bienio lo realicé en Campano (Chiclana) donde trabajé como educador en la Escuela-Hogar y también daba algunas horas de clase. Al acabar el bienio estuve en Sevilla cuatro años donde acabé los estudios de Teología y realice los votos perpetuos.

Tras esta etapa estuve un año en Morón de la Frontera (Sevilla) donde estuve de coordinador de pastoral, durante ese año fui ordenado diácono y sacerdote. Tras la ordenación estuve ocho años destinado en la parroquia de Jesús Obrero en Sevilla, en el barrio de las 3.000 viviendas, fui vicario parroquial y coordinador de pastoral, por las mañanas trabajaba como profesor de religión en un instituto público del barrio. Después estuve dos años en Antequera, como coordinador de pastoral, dando clases en el colegio y también colaborando en la Escuela-Hogar.

Tras esos años estuve seis años en San José del Valle (Cádiz) donde estuve como director y también unos años como vicario parroquial o párroco, también colaborando en la Escuela-Hogar que existe en la obra. En la actualidad estoy en la comunidad de Utrera (Sevilla) donde presto servicio como director desde hace cuatro años.

¿Desde cuándo eres delegado provincial? Cuando te lo propusieron, ¿qué supuso este servicio? ¿Te lo esperabas? Soy delegado provincial desde septiembre de 2023. No me esperaba para nada este servicio. Fue una grata sorpresa. Para mí este año está siendo un gran descubrimiento.

No en todas las comunidades donde he estado destinado existen salesianos cooperadores ni grupos de aspirantes.

Es un año donde he podido ver la gran riqueza del carisma salesiano y poderla compartir con tantos salesianos cooperadores. Estoy aprendiendo mucho.

Tu vida diaria pasa por la vida en la comunidad, en tu comunidad. Tu ser delegado provincial,  ¿tiene alguna repercusión en la misma? ¿Compartes con ella este servicio? Comparto con mi comunidad este servicio como delegado. En las reuniones de comunidad siempre informo y comparto la vivencia que voy teniendo en los diversos encuentros y reuniones en los que participo.

En mi comunidad está José María Martín Flores que durante muchos años fue delegado de la Familia Salesiana en la antigua inspectoría de Córdoba, me comenta muchas cosas de cuando él era delegado. Habla con mucho cariño y gratitud de aquella vivencia.

El ser delegado hace que algunos fines de semana no esté en la comunidad o no pueda participar en algunos encuentros de la casa de Utrera. También me hace estar en muchas reuniones tanto presenciales como on-line, aunque abundan las reuniones on-line. A pesar de todo lo voy compaginando bien.

Una pregunta más… ¿Existe alguna relación entre tu “ser consagrado” en la Iglesia, en la FASA… y ser delegado de los SSCC? Es evidente que a todos nos une el carisma y la vocación salesiana. La Familia Salesiana es un regalo de Dios a la Iglesia.

Cada uno aportamos desde nuestra vocación y desde nuestro ser, esa es la riqueza de la Familia Salesiana.

Desde tu perspectiva ¿qué aspectos positivos destacarías de tu provincia? ¿Qué debilidades observas? Hay un grupo grande de salesianos cooperadores que vive su vocación salesiana con muchas ganas y entusiasmo. Se sienten “otros Don Bosco” en su familia y en su lugar de trabajo. Este año se ha erigido canónicamente el centro de salesianos cooperadores de Linares. Fue un momento muy bonito. Esta localidad lleva varios años sin comunidad salesiana, desde la comunidad de Úbeda se atiende ministerialmente y pastoralmente a la casa de Linares. A pesar de no contar con comunidad, la Familia Salesiana y el carisma salesiano siguen creciendo.

También es muy enriquecedor el número de aspirantes. Son personas que se plantean su vocación, los hay de todas las edades.

Y para acabar… Un mensaje que quieras transmitir a tu provincia y, por ende, a nuestra asociación? Agradezco a Rocío del Nido y al anterior consejo todo el buen trabajo que han estado desarrollando en estos años atrás. Soy testigo del cariño y la generosidad que han derramado por la asociación.

Agradezco también a Santi, el nuevo coordinador provincial, y también a los nuevos hermanos que han entrado en el consejo su gran disponibilidad para acoger este servicio

El Señor nos llama, nos invita a ser colaboradores a la hora de anunciar la Buena Noticia, en nuestro caso a través de la misión salesiana. No importa nuestra edad ni nuestras limitaciones. Dejemos que la voz del Señor resuene en su interior y digámosle un sí generoso al Señor.

Tenemos que sentirnos agradecidos de ser llamados a la vocación salesiana. El Señor nos ha dado grandes cualidades, no para que seamos los mejores, sino para ponerlas al servicio de los jóvenes más pobres y de la Iglesia.

Muchas gracias, Ramón.

En cada niño nace la humanidad
(Jacinto Benavente)

No maltratarás ni oprimirás al emigrante,
pues emigrantes fuisteis vosotros en Egipto
(Novalis)