Ángel Nieto, coordinador de la Provincia San José y participante como acompañante en el Campobosco 2024, nos cuenta sus impresiones de lo vivido estos días junto a los jóvenes en los lugares salesianos.
Ángel Nieto.
Se comenzó en la tarde del martes 30 de julio, llegando a Martí Codolar, después de unas cuantas horas de autobús, pero con las ganas y el ánimo intacto. El recibimiento fue espectacular, a cargo de los hermanos salesianos cooperadores de la provincia de Mare de Deu de la Merçé, que enseguida nos hicieron sentirnos en casa.
Se procedió a la inauguración del CPB24, con la bienvenida a cargo de Pepe Núñez del centro nacional de pastoral juvenil y con los consejeros de pastoral de las inspectorías de España y Portugal, seguidamente vino la presentación de los distintos equipos; coordinador, cero, médico… Un buen grupo de personas con la intención de que el CPB24, fuera un éxito, como así lo fue. El día concluyó con las buenas noches, que corrieron a cargo de Sor Charo Tem, inspectora FMA.
Lo realizado, está detallado por días en la página web de CPB24, pero creo que lo interesante es reseñar lo vivido estos días por los 600 participantes, 550 jóvenes entre 19 y 30 años, más animadores, acompañantes, equipo cero…
En el recorrido de los distintos lugares de “Tierra Santa Salesiana”, se pudo captar que estos lugares nos hablaban, nos decían, y corroboraban en vivo y directo, aquello que tantas veces habíamos oído, leído e incluso estudiado, en nuestras respectivas casas salesianas, esto nos ayudaba a entender más a Don Bosco, y en su caso a Madre Mazzarello, podíamos poner imágenes, y respirar el mismo aire que ellos habían respirado, sintiendo un gran soplo de salesianidad, de amor por los jóvenes, del amor de Dios por todos nosotros.
Estando allí, en El Colle, en Valdocco, en Chiere, en Morialdo, en Castelnuovo Don Bosco, en Mornese, en La Valponasca… Nos conmovía y nos llevaba a una profunda reflexión, de como unas personas sencillas, campesinos de pequeños pueblos, habían tenido esa visión de futuro, de esperanza, habían soñado con un mundo mejor para los jóvenes, una sociedad más justa, y lo que más nos impresionó, y estoy seguro que sobre todo a los jóvenes, habían sido instrumentos de Dios, siendo dóciles a este, y habiendo interpretando adecuadamente, quizás sin entenderlo demasiado bien, los deseos de Dios para con ellos, por supuesto con un “instrumento” y una mediación, tan valiosa como la Madre Auxiliadora, “Te daré la Maestra”.
En mayor o menor medida, todos los jóvenes captaron esta situación provocada, por los momentos de reflexión y trabajo en los grupos con el apoyo de animadores y acompañantes, por los momentos tan intensos que se vivieron de oración, de celebración, con las muchas “palabritas al oído” que surgieron, con las lágrimas de emoción, y como no puede ser de otra forma, con las risas, los cantos, la “fiesta salesiana” sintiendo hijos de un soñador, queridos por Jesucristo, verdadero camino hacía Dios.
Los Salesianos Cooperadores, también tuvimos un momento intenso, que fue cuando en la Capilla de San Pedro, o del Consejo General, situada en la cripta de la Basílica de María Auxiliadora, renovamos nuestra Promesa, acompañados por un buen número de jóvenes que quisieron ser testigos de nuestra Pasión y Vocación, en sus caras se podía ver, que quedaron gratamente sorprendidos, y para algunos fue la señal que estaban esperando para plantearse el ser Aspirantes.
Por todo lo anterior, y en un ambiente de serena emoción, varios fueron los que vieron la necesidad de hacer una opción de vida, de darle un impulso, de comenzar un camino, planteándose iniciar un proceso de búsqueda de su vocación a; SDB, FMA, SC… A los Salesianos Cooperadores participantes en este CPB24, se nos dirigieron varios jóvenes interesándose por comenzar un proceso para hacerse Aspirantes.
Esto nos lleva a los Salesianos Cooperadores, a reaccionar de una manera clara a esta demanda de camino, con una oferta adecuada, dando respuesta a todo este torrente de vocación, o al menos de interés por ser seguidores de Don Bosco y coherederos de su carisma, para la preciosa Misión que suponen los jóvenes, sobre todo los más necesitados.
El CPB24 es una experiencia muy recomendable, por supuesto a los jóvenes, que les ayuda a encontrarse a sí mismos, a encontrarse con Don Bosco y en definitiva a encontrarse con Dios, pero además de todo esto, también a nosotros a los Salesianos Cooperadores, que nos ayuda a conocer y tomar el pulso de los jóvenes, de sus pensamientos de sus anhelos, de sus sueños, podríamos decir, nos ayuda a estar más todavía en “clave salesiana”.